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miércoles, 30 de abril de 2008

DE DONDE NACE EL ANTISEMITISMO (5)

(Vira gasot)

“La perversidad racista asienta sus reales en la depravación y cuando lo depravado evoluciona en el sentido contrario de la vida, instalando mecanismos y estructuras destinadas a impedir su libre curso, porque ello depara placeres aberrantes, fortuna, gloria o poder, las tímidas imprecaciones naufragan, las denuncias tibias se estrangulan, las protestas de compromiso se suicidan y el porvenir se culmina con lazos que flagelan la conciencia universal y con flagelos que inundan de inmundicias ese porvemir que ya peretenece al pasado oscuro. Ser racista no es un acto depravado, es depravar el aire que la vida requiere para ser vivida por todos los seres humanos…”

Lovaina, Agosto 2004. VR. Gamarra Sotomayor.


...Los nuevos amos perfeccionan sus métodos de recolección de impuestos, desplazándo a sus agentes por todos los confines del imperio e infligiendo a los judíos, un estatuto desigual de ciudadanos de segunda zona y dando lugar a que el precario equilibrio social se rompa y se incline, claramente, en el sentido de dar nacimiento a una persecución compulsiva, inicialmente de carácter impositivo, pero que tendrá sin embargo, consecuencias sociales notorias en el empobrecimiento de los judíos más débiles y cuya ruina y aniquilación económica, transformará en esclavos a muchos y modificará drásticamente su ubicación en la sociedad. Otros, para escapar de tan duras condiciones de vida, aceptarán trabajar por cuenta de exelencias grecas de quienes obtendrán seguridad y protección, mientras que la mayoría pensará en el exilio o en convertirse en soldados al servicio del ocupante.

Se observará que en este periodo, resulta difícil asociar, sin incluir las abundantes deducciones lógicas existentes al respecto, lo que en ningún lado aparece, el binomio “judaísmo especulación”, o la relación de “judío” con “negocio” para justificar artificialmente la fama de comerciantes usureros que se les ha colado. Los más notables investigadores de este periodo, hablan de la ubicación del judío sobre todo, en el sector de la agricultura y en todos los oficios y ocupaciones de la época, desde el tejido y el tinte, pasando por la orfebrería, el vidrio, el bronze, el fierro y otros, localizados en las múltiples profesiones liberales, siendo muy pocos los que se dedicaban al comercio. Según Marcel Simón, cuando enjuicia la condición de los judíos de este periodo, dice, “Considerando el conjunto del Imperio, la población judía comporta una larga mayoría de personas sin importancia… Lo que a menudo se les reprocha, no es que los judíos estén forrados de oro, sino más bien, de ser haraposos y sórdidos…” La única diferencia visible entre los judíos y las diferentes comunidades asentadas en el Imperio, es la religión, el carácter de su culto y ciertas de sus habitudes entrarán, más tarde, en el génesis de la reprobación, evolucionando hasta el aborrecimiento.

De esta manera comienza lo que conocemos como “Diáspora”(6), en el sentido de huida y dispersión, aún cuando antecedentes serios hacen afirmar a ciertos autores que ello, habría comenzado incipientemente, ya desde el siglo VI antes de nuestra era. Los judíos emigrantes comenzarán a esparcirse en todos los contornos del mediterráneo, siendo los más numerosos aquellos que se asentarán en Alejandría, la hermoza metrópoli comercial e intelectual del mundo antiguo y en donde contribuirán, desde su fundación, a engrandecer la cultura helenística. Tanto la “Diáspora alejandrina”, como la “Diáspora” que se asienta en Judea, serán obligadas por su nueva situación, ha expresarse en greco y hasta tomarán nombres grecos para facilitar sus relaciones con las autoridades. Este periodo, sobre todo en sus comienzos, no registra razgo alguno de persecucionismo o voluntad de exclusión antijudía, al contrario, los judíos van ha contribuír a desarrollar las artes y las ciencias, “helenizándose” rapidamente, como lo prueba su contribución al nacimiento de la literatura judeo helenista, cuyos escritores y filósofos han dejado magníficos testimonios. Los judíos grecos, digamoslo asi para facilitar la comprensión, hablan griego, la lengua común es la Coiné (7) y hasta traducirán una parte de la Biblia, la versión denominada “Septante” que fuera encargada por el Rey Ptolomeo II.(8)

Esta aparente tranquilidad sin grandes sobre saltos, se modificará en Jerusalen con la evolución política del Imperio en la que, al parecer, los judíos se encontrarán implicados en la guerra que opone a Antioco IV a Ptolomeo VI y cuyo desenlace propiciará una brutal represión contra la cultura y tradición judía, cuando, acentuándose la helenización, los despojarán del templo de Yahveh para transformarlo en Templo de Zeus(9), prohibiéndose terminantemente la circuncisión y la observancia del Sabaat. El pueblo judío reconoce en la guerra santa, la única solución apropiada para responder a las primeras exacciones de arbitrariedad y abuso de las que son víctimas y una revuelta conducida por Matatías Macabeo y su hijo Judas, alcanzará la victoria, a la muerte de Antioco IV, en 164 antes de nuestra era. El nuevo estado Judío, será ferozmente opuesto al helenismo y a la helenización pero sucumbirá, inevitablemente, con la llegada de los romanos y su influencia, decididamente antigreca, cundirá en todas las colonias judías del mediterraneo, hasta alcanzar un grado significtivo de hostilidad.

La precencia de los romanos trae para los judíos las espectativas de encontrar imparcialidad, de contar con un gobierno sólido y fuerte que pueda protegerlos y, en efecto, ni bien asentada la ocupación, aparecen los primeros signos del nacimiento de una clase social pudiente, con la emergencia de prestamistas y comerciantes judíos, con un número importante de personalidades judías que acceden al ejercicio de las altas funciones que la nueva sociedad exige, mientras que los griegos, considerándose marginados por el nuevo poder, sólo ven en los judíos a los enemigos nefastos que influencian negativamente a ese poder, en contra de sus intereses. Asi, se da nacimiento a un importante sentimiento nacionalista que comienza a expandirse rápidamente y es capitaneado por los nacientes agitadores antijudíos como, Isidoro, Apión y otros.

Sobre este tema y en este punto preciso, aparece lo cruxial para poder entender y dar una correcta interpretación de los gérmenes larvarios en la aparición de la conciencia y conductas antijudías. Existen numerosos textos de numerosos escritores que, desde el punto de vista histórico, nos señalan los pormenores del discurso antijudío de ese periodo y que cobrará su carácter antisemita, para nosotros, a partir de la inclusión del concepto “Linaje leproso” y el atribuido “espíritu de encierro y nada sociable” del que los judíos gozan en esa época, dando al “Exodo”, una explicación claramente interesada y arbitraria. En suma, los egipcios habrían “echado” a los judíos “porque eran leprosos”(10).

La aparición de esos elementos constitutivos que denigran la apariencia física, la terrible enfermedad de la lepra que se implanta en la piel y se introduce hasta los huesos, no puede mejor explicar, hasta de una manera símbólica, el genesis del racismo, sin que el mismo término exista y tarde en articularse, más de 20 siglos después.

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(1) “¿Quieren deshacerse de los judíos -dice Céline- , o quieren que ellos se queden? Si quieren verdaderamente deshacerse de los judíos, entonces no hay 36 mil medios, 36 mil muecas ¡El Racismo! Los judíos sólo tienen miedo del racismo. El antisemitismo no les preocupa. Siempre pueden arreglárselas con los antisemitas. Para eso está allí el nacionalismo! ¡Racismo! ¡Racismo! ¡Racismo! ¡Y no sólo un poco, de labios para afuera, no, sino integralmente! ¡Absolutamente! ¡Inexorablemente, como la esterilización Pasteur perfecta…! Si ustedes quieren únicamente hacer “joujou”, láncense inmediatamente en las “dosis equitables” Las medidas juiciosas, las tonalidades en degradé, el antipersecucionismo, por ejemplo…”

(2) Palabra que también contiene probados elementos racistas.

3) Foto publicada por Céline en “La escuela de Cadáveres”, en el momento de su prohibición bajo pena de muerte en la ex URSS.
(4) “El papá deTintín, cumple 100 años”, en “Conversaciones en la Capilla ardiente”, mayo de 2007.
(5) Trascribo algunos párrafos ilustrativos del discurso de Céline:
“El mundo en toda su locura sigue, a pesar de todo, de muy cerca, las predicciones judías. Eso no pude sorprendernos demasiado porque los judíos son autores de todas nuestras músicas, de todas las danzas de las cuales la fútil humanidad se menea y se abre depiernas. Es, en la menor de las cosas que ellos se encuentran, en los refranes del destino…”
“Son los espíritus perversos los que vuelven la vida insoportable, esos espíritus encuentran intencionalidad por doquier. Yo siento también convertirme en perverso hasta la locura racista. Y no sólo un poco, ¡Racista ciento por ciento! ¡Tanto como comunista sin judíos ¡ A la hora en que vivimos, en estas circunstancias tan trágicas, no hay lugar para la indiferencia. Hay que escoger, hace falta optar por un tipo de perversión, no es suficiente decirse malvado, hay que tener una fe terrible, una intolerancia atroz, no existen muchas alternativas, o es la raza aria o es la masonería, la masonería judía o la antijudía…”
“Yo me siento un amigo de Hitler, un amigo de todos los alemanes, los encuentro como si fueran mis hermanos, que tienen razón de ser racistas. Me dará muchísima pena si son vencidos. Yo encuentro que nuestros verdaderos enemigos son los judíos y los franc masones. Que la guerra que se nos viene, es la guerra de los judíos y de los franc masones, que esa guerra no es en absoluto la nuestra. Que es un crimen que se nos obligue a empuñar las armas contra las personas de nuestra misma raza, que no nos piden nada, que esta guerra se hace justo para dar gusto a los que arremangan la camisa del ghetto. Que ya está bien dejarse caer en la última escala de la asquerosidad…”
“Arianos, hace falta deciros siempre, que a cada judío que ustedes encuentren, si él estuviera en vuestro lugar, el sería nazi ciento por ciento. El encuentra en su íntimo fuero estúpido que devoráis el hichu, la paja salvaje porque aun no habéis comprendido nada. Y cuanto más pruebas de amistad le acordareis, más desconfiará forzosamente…A cada segundo él se pregunta si eso va durar siempre… A él no le gusta mirar a los ojos. Más bien él, os mira pestañando de costado, furtivamente, como observan las aves de esa manera oblicua y transversal…”
(6) Diáspora, es una palabra de origen griego que significa dispersión, concepto usado de forma indiscriminada para referirse a distintos fenómenos migratorios en la actualidad. Nosotros lo usamos en su significación primigenia, es decir, como una migración etnonacional que se desplaza en varias metrópolis extranjeras, formando comunidades cerradas, dificilmente adaptables a las sociedades de acogida, en donde guardan y desarrollan sus costumbres y sus tradiciones religiosas y culturales.
(7) f. Lengua común de los griegos a partir del siglo iv a. C., formada por la unificación de los distintos dialectos que se hablaban en ese entonces.
(8) La Biblia de los Setenta se denomina asi, porque fueron setenta y dos los expertos judíos, seis por cada una de las doce tribus de Israel, invitados por Ptolomeo II Filadelfo, quienes traducen el Pentateuco, la Torá, al griego común. Esta obra será la que, a través de Orígenes, llegará a Jerónimo, quien la traducirá al Latín y, se llamará la Vulgata, covirtiéndose en la Biblia de los cristianos.
(9) La influencia helenística de esos tiempos fue tan grande que con el tiempo todos los nombres de los individuos, incluyendo a Ieshu, fueron cambiados a la forma griega para dar honor al dios Zeus, incorporarando al final del nombre la silaba "us" de Zeus, como en Jesus y Josephus.
(10) Este enjuiciamiento aparece en la obras de Queremón,Lisimaco, Apolonio, Molón y especialmente Apiòn. Según Lisimaco, “los judíos enfermos de lepra y de escorbuto, se refugiaron en los templos hasta que el Rey Bojeris ahogó a los leprosos y mandó a los otros a perecer en el desierto, guiados por Moises quien les instruyó a que no mostraran buena voluntad con ninguna persona y destruyeran todos los templos que encontraran en su camino y, cuando llegaron a Judea, construyeron Hierosyla, la ciudad de los saqueadores de templos…”

martes, 29 de abril de 2008

(Vira Gasot)

Pobres huevones
aquellos que constituyen la panoplía de timoratos hipócritas que, ladinamente, ingresan un pie en la complacencia o en la conciliación vergonzosa con el poder aprista y el otro pie, lo apuntalan en la crítica a media caña, para estar bien con dios y con el diablo.

¿De qué error de APRODEH hablan?

Háganme el piadoso favor de explicarme si el error se encuentra en la declaración real y objetiva de haber considerado al MRTA como una organización inexistente a la hora actual, lo cual es rigurosamente cierto y, aun en el hipotético caso en que sus remanentes pudieran reverdecer sus actos calificados de terror en un futuro inmediato, ello no incumbe, ni nadie con dos dedos de frente haría incumbir la responsabilidad de ello sobre APRODEH, por no haberlo previsto.

Hoy por hoy, mas nocivas y más traidoras que las cenizas de una organización que desafió la vigencia oprobiosa de la injusticia con métodos claramente condenables, son las sombras del autoritarismo opresivo, que se yegue matonesco y brutal en las palabras y en los actos de un gobierno que vira aceleradamente al reencuentro del fascismo, objetivo sublime y mayor que justifica la búsqueda de pretextos idales para forjarse un enemigo ficticio, aquel que pueda proveer confortablemente el pasaporte hacia la impunidad, y el salvoconducto hacia la represión social y política.

Absurdo considerar a los eurodiputados como imbéciles ignorantes de la realidad latinoamericana, y particularmente peruana. Su rechazo a la inclusión del MRTA en la relación de organizaciones terroristas, más allá de “obedecer” a la opinión de APRODEH, es una respuesta sensata y nada terrorista que no acepta caer en el juego macarthista que el gobierno peruano promueve a nivel nacional e internacional. Esa negativa tiene la virtud de desenmascarar los recónditos y turbios propósitos de un gobierno que busca premunirse de los recursos internacionales legales, para encuadrar su cruzada contra la libertad bajo el pretexto falaz de luchar contra el terrorismo.


lunes, 28 de abril de 2008

NACEN LAS MILICIAS APRISTAS DE GARCÍA

(Vira Gasot)

Hemos
ingresado a una etapa incontestable de fascistización colectiva a escala nacional. El Apra instrumentaliza las primeras acciones que irán definiendo el caracter policial del estado y que a nadie le quepan dudas que existe un plan concreto y coherente para arrivar a sus fines de apropiación del poder y acentuación, contra viento y marea, de su política de depredación de nuestras riquezas, en medio de su enfurecida venta de nuestros recursos nacionales al peor postor, sin importarle en absoluto el porvenir de la patria.

Esa política requiere de un Poder judicial sumiso y servil que ya se ha logrado al 100 por ciento, de un Parlamento aztutamente desprestigiado por la mediocridad y la corrupción y, desgastado por el propio ejecutivo, siendo su única utilidad, aquella que se manifiesta en el contexto de su servilismo y cuando se doblega sin chistar, a las disparatadas iniciativas de un presidente desequilibrado y autoritario.

Esa política requiere también de unas fuerzas armadas y policiales, cuyos comandos se repertorian en las páginas amarrillas de la complacencia y de la ausencia testicular, porque permiten la reedición nefasta de los "grupos parapoliciales" y dentro de poco, "paramilitares", que ya han comenzado a actuar con la misma impunidad y, como sus predecesores, se refugian en el limbo donde campean las ausencias de responsabiilidad y de responsables, donde no hay ni partidas de nacimiento ni de defuncion, ni documentos, ni ordenes escritas para inhibir y disuadir al futuro de buscar sus trazas en el vacío.

Se explica entonces el porqué de las redadas inusitadas que buscan artificiales terroristas en los círculos intrelectuales, detenciones arbitrarias contra la ley y contra el sentido y el respeto por la democracia, por la libre circulación de ideas, por el derecho de asociación, este último, innoblemente ultrajado por la falsificación de acusaciones doblemente falaces, en lo que concierne a la límpida actuación del APRODEH. Se explica también el porqué del sobredimensionamiento de las prerrogativas policiales, en cuanto al carácter y a la circunstancia del uso de armas.
Esa política requiere, asi mismo, del apoyo organizado e incondicional de lo que se llama, en el lenguaje aprista "las fuerzas vivas", es decir los vivos como Cipriani, que ultrajan a la religión posicionándola del lado de los anticristianos, de los ricos ricos y de los menos ricos que son los más peligrosos y que constituyen el núcleo de una burgesía antinacional entreguista y antipatriota.

Haya de la Torre, en el paroxismo de sus delirios de "lider continental", acostumbraba dirigirse a sus auditorios disciplinados, a la bufalería enardecida que exultaba de poder y de gloria cuando escuchaban decir al "Jefe", "El día en que tomemos el poder, ese dia será el primero de una larga serie de dias, de meses y de años, hasta llegar al siglo de presencia aprista..."

Los mismos búfalos, ahora con una inmensa dotación económica y presentes en todos los resquicios de la burocracia, darán el salto a la próxima etapa orgánica con su aparición intimidatoria en las plazas y en las calles, en las antesalas de los sindicatos y alli donde necesitan imponer el miedo, para gobernar en toda impunidad. Las milicias apristas han nacido, que a nadie le quepa la menor duda.

miércoles, 23 de abril de 2008

DE DONDE NACE EL ANTISEMITISMO (4)

DE DONDE NACE EL ANTISEMITISMO
(Vira Gasot)
Primero, habrá que hablar sucintamente sobre lo que encierra y significa el sustantivo “semita”, que en el contexto de la expresión “antisemitismo” ha adquirido y asume dimensiones peyorativas, adjetivantes y de implícita calificación connotativa. En suma, semita quiere decir judío y en el Perú, no podemos asumir propiamente que este término se englobe de un sentimiento “antijudío”, salvo en los círculos restringidos de una intelectualidad políticamente combativa, frente a ciertas prácticas mal honestas y hasta delincuenciales de ciertos judíos pudientes, peruanos o no. Pero incluso allí, no existe a mi modo de ver, una “militancia” de corte antisemita. El peruano corriente cree ver en los judíos el símbolo de la avaricia y de la usura, siendo común la expresión: “Es más agarrado que un judío”, sin que exista la tendencia al aborrecimiento ni a la antipatía y mucho menos a la aversión hostil a causa de lo que son, sino tal vez, los más informados, a causa de lo que políticamente hacen y representan en el exterior, en los territorios árabes ocupados, como ocurre en otras latitudes, en el estricto sentido racial.

Semita, diremos también brevemente, viene de Sem, quien fuera bíblicamente uno de los hijos de Noe y quien fuera también el ancestro lejano de los pueblos que llevan su nombre, pueblos “semíticos”. A comienzos del siglo XIX, cuando la lingüística histórica hace su aparición, se acordó tácitamente en denominar “semíticas” a las lenguas que no eran indoeuropeas, como entre otras, el árabe y el hebreo que pasarán a ser lenguas habladas por los “semitas” y esa diferencia entre “semita” e “indoeuropeo” ayudará a construir la erronea leyenda de la superioridad en beneficio de la raza aria, raza “superior” entre todas las razas, en términos de inteligencia, de nobleza, de fuerza y hasta de elegancia(?).

Bien evidentemente, existen numerosas interpretaciones puntillosas que exigen un cierto academismo para definir con exactitud y corrección lo que es “hostilidad” contra los semitas y lo que es “hostilidad” contra los judíos, sobre todo, cuando en la actualidad, algunos círculos árabes preocupados de no caer bajo la denominación de antisemitas, reclaman al mismo tiempo ser hijos de Sem, para alejarse de la definición etimológica y acercarse falazmente a la definición semántica que les conviene, es decir: hostilidad contra los judíos. En cuanto a los árabes, ellos también sufren de un racismo “anti árabe” claro y sin sofismas.

En cualquiera de los casos, el confusionismo semántico y etimológico no alberga ningún atenuante para definir de la forma más sencilla posible que desde hace más de dos milenios los judíos, en tanto que pueblo y en tanto que judíos, sufren de los efectos de un antisemitismo cruel y legendario. La pregunta que nos asalta a todos es, ¿por qué? Para responder, tendremos que evocar los antecedentes históricos que señalan, aproximadamente y desde la antigüedad, los probables orígenes de la actitud y comportamiento antisemítico que son, generalmente aceptados por historiadores y científicos sociales, en cuanto a los hechos, aunque en cuanto a la interpretación precisa de los mismos, las diferencias y las discrepancias, siempre serán sujeto de polémicas y discusiones que en el fondo, son saludables y benéficas porque hacen avanzar la eterna búsqueda de la verdad.

En la primera página de este trabajo, habíamos hecho referencia al Imperio de Alejandro bajo cuya égida se produce la primera gran mezcla racial y cultural de la humanidad, desde Irán hasta Italia. Es el tiempo en que Europa y Asia se descubren, se cortejan y se disputan sin que nada pueda detener la mutua exploración de creencias y costumbres, a partir de la irrupción armada de los ejércitos de Alejandro que asientan su poder en la invasión de Egipto y la Palestina, 332 años antes de Cristo y ambos paises pasarán, el año 323, bajo el dominio de la dinastía Lagides, representada por su fundador Ptolomeo Primero. De esta manera, grecos y judíos que nunca antes habían oído hablar de si mismos, escribirán las primeras líneas de una larga historia que comienza con las inaugurales persecuciones judías de la época greco romana.

El racismo contra los judíos parece haber existido desde siempre, sin que esas intransigencias raciales puedan ser calificadas de eternas, es decir, eternas aquellas intransigencias que se sugieren latentes desde el comienzo de los tiempos y que serían tan viejas como la propia historia del pueblo judío; eso, es engañoso y hasta tendencioso y sólo alimentan las erróneas creencias según las cuales, la naturaleza del judaísmo, sus prácticas sociales, culturales y religiosas, desde su aparición inspiran un sentimiento “anti” que forzosamente se complementa con “semita”, para justificar ciertas posturas justificativas del antisemitismo.

Numerosos autores se inclinan por la observación histórica del antisemitismo, a partir de la aparición y desarrollo de la biología sobre cuya base se construyen las teorías modernas de la raza y en especial la “raza judía”. Es decir, a partir del siglo XVIII. Este punto de vista fulmina inconsecuentemente el deber de indagar en permanencia y en el pasado más lejano que es, en suma, la verdadera vocación del investigador. El hecho formal de que no existan vectores “científicos” para analizar el conflicto racial desde sus raíces, no invalida la existencia de sus manifestaciones psicológicas, culturales y sociales que la historia recoge, muchos siglos antes de la aparición de los medios “científicos” que sólo vendrían ha legitimar, “científicamente” las manifestaciones de su existencia.

Tampoco es aceptable respirar la convicción de ciertos autores que hacen una dicotomía entre las características raciales del antisemitismo del siglo XVIII y el “antijudaismo” de los religiosos de la edad media, que, según ellos, tendría un contenido diferente, lo que nos parece demasiado osado sostener, porque a nadie escapa la naturaleza profundamente antisemita del cristianismo, casi desde sus orígenes, ni la forma coherente como se enraíza en la prédica del catecismo y en la iconografía religiosa. En todo caso, el antisemitismo medieval, con sus creencias sacralizadas de antijudaismo, ha servido para sustentar y construir el antisemitismo moderno que Jules Isaac, uno de los historiadores más importantes del antisemitismo, después de la segunda guerra mundial, denunciará ante el mundo, es decir, “la enseñanza del odio” de la Iglesia Católica, lo que contribuyó a las revisiones teológicas en el Vaticano Segundo.

Como en todos los comienzos, las primeras páginas de la historia de los enclaves judíos aparecen borrosas, poco nítidas y avaras en información sobre los puntos precisos que nos interesan. Aun así, sabemos a ciencia cierta que las colonias de judíos asentadas en Egipto durante la ocupación Persa, gozan de un estatuto normal de ciudadanía, es decir que no parecen ser severamente molestadas por el poder dominante, en términos de persecución o en términos de ensañamiento del resto de la población contra ellos, o en nombre de un claro y naciente sentimiento de exclusión por parte de esa sociedad. Es más bien, cuando la dinastía Lagides se instala como nuevo ocupante, que las primeras escaramuzas confrontacionales entre judíos y la administración oficial se producen y se degradan. Sobre esto conversaremos en nuestro próximo capítulo.

lunes, 21 de abril de 2008

RAZA, RACISMO? RACISTA. CELINE (3)


(Vira Gasot)
Delacampgne
propone retener como esenciales a la definición de “genocidio”, las siguientes caractrísticas:
(a) Un genocidio es una empresa de exterminación física, dirigida contra un pueblo;
(b) El principal móvil de la empresa en cuestión, es un odio nacional, étnico, racial o religioso, en breve, un odio general por el otro en tanto que otro;
(c) Esta empresa, resultado de un plan concertado anteladamente, es ejecutado de manera conciente y deliberada; ahora bien, dice Delacampgne, la destrucción de los indígenas de América en los siglos XVI y XVII, es un fenómeno complejo, al cual se puede atribuir la segunda de esas propiedades, pero no posee ni la primera ni la tercera de entre ellas…

Delacampagne ignora sensiblemente que los conquistadores sostenidos ideológicamente por el clero, desde el inicio de la conquista, consideraron a los indígenas como pertenecientes a una étnia no repertoriada en la concepción que ellos tenían de la civilización universal a ese estadio, y es inútil reiterar las discusiones que preceden a la intervención de Bartolomé de las Casas, en las que el indígena es considerado como un individuo sin alma y próximo del animal, es precisamente en la concertación unánime de esta certitud, aunada a la inesperada riqueza mineral tan codiciada por Europa en general, que la empresa de exterminio físico se concreta, con el uso de todos los recursos y con el invalorable auxilio de esa iglesia católica henchida de confabulaciones codiciosas y racista, incluso por necesidad vital. Los pretextos son numerosos y hartamente conocidos y parten desde la proposición del bautismo o la reducción a la muerte y a la esclavitud y van hasta la destrucción psicológica de los que resisten o de los que sobreviven, adjudicándoles un patrón de ignominias humanamente inaceptables, como la supresión de sus lenguas, el abandono de sus vestimentas, de sus costumbres, de su música y hasta de su historia, es decir, una persecución étnica que sigue a un genocidio con segundas muertes. Sobre esto regresaremos más adelante y retomamos, por el momento el hilo de nuestras conversaciones, tratando de situar las circunstancias de la aparición del racismo como ideología extructurada.

Hemos hecho referencia a lo largo del artículo precedente, a Louis-Ferdinand Céline, porque nos parece que su postura antisemita no tiene nada de panfletaria sino que, por el contrario, la organización de sus ideas aun cuando se expresan con la violencia de un lenguaje hablado vivaz y jergón, son sistematizadas y cumplen el papel innoble de haber exaltado el racismo hasta los límites del delirio y de haber propugnado una invitación permanente a la masacre de judíos, siendo, desde luego, el inspirador de numerosas convicciones racistas que en la actualidad nutren los nacionalismos del estilo del Frente Nacional de Jean Marie Le Pen.

A la excepción de “MEA CULPA”, sus otros escritos producidos entre 1937 y 1941, no han sido reeditados, por voluntad expresa de su autor. “Mea Culpa” fue publicado a fines de 1936 y es un texto sumamente corto en el cual, Céline describe el régimen comunista de la ex Unión Soviética, tras su visita de dos meses a ese país y sobre el cual no nos atardaremos porque nos interesa por sobre todo, subrayar sus opiniones en el contexto de su antisemitismo que se expresa, por otro lado, claro y violento en “BAGATELAS POR UNA MASACRE”, libro maldito y maldecido, cuyos tirajes no alcanzan los dos mil ejemplares y hoy en día es prácticamente imposible encontrar un ejemplar, sino a precios inmensamente prohibitivos, tal como lo es su otro libro maldito, “LA ESCUELA DE CADAVERES”, ha donde se combinan sus tormentosas posturas frente a la guerra y al derrotismo e incompetencia de los militares franceses, pasando por una acida y violenta reprobación de los perfiles que va tomando a la época, la construcción socialista en la ex Unión Soviética (3) y, por encima de todo, la virulencia racista de sus condenaciones a la mamasonería y a todo lo que “huele” a judío en la política, la ciencia, el arte, la pintura la música, la historia, las finanzas etc. etc. hasta convertirse en portavoz del naciente odio racial organizado, en un exaltado agitador antisemita que maneja el lenguaje vitriólico y la interjección a la perfección (5). De sus célebres interjecciones se apropiarán muchos de sus émulos, como el célebre Hergé, creador de Tintín y solapado antisemita belga(4), quien colocará en la boca del capitán Haddhock, numerosas expresiones racistas inventadas por Céline en 1938, tales como “macaco”, “Azteca”, “Canaque” y otras que las encontrarán en detalle, en la reciente obra de Emile Brami.

En una entrevista realizada en 1957 por el periodista y escritor francés, Albert Sbinden, Céline justifica sus posiciones antisemitas extremas invocando su espíritu pacifista y su voluntad de impedir la guerra. Esta declaración invita a Sbinden a conciliar irónicamente: “Digámoslo de una vez, Usted fue antisemita” A lo que Céline responde, “Exactamente. En la medida en que yo suponía que los semitas nos empujaban hacia la guerra. Sin ello, no tengo evidentemente nada contra ellos. En ninguna parte me encuentro en conflicto con ellos, no hay razón para ello. Pero en tanto que constituyen una secta como los templarios, o como los jansenistas, yo era tan formal como Luís XIV. Había razones para revocar el Edicto de Nantes, y Luís XV para cazar a los jesuitas…Entonces yo me tomé por Luis XV o por Lis XIV, lo que sin duda fue un error profundo, cuando debí, simplemente, quedarme callado y ser como yo soy. Allí pequé por orgullo, debo confesar que fue por vanidad o por bestialismo. Yo nací a la época en la que aun se hablaba mucho del caso Dreyfus. Todo eso fue una verdadera tontería por la que actualmente pago su precio…”

Existen otras argumentaciones que ayudaran a comprender la toma de posiciones antisemitas extremas de Céline. Esas argumentaciones hablan de una infancia que se desarrolla en el seno de una familia con graves problemas financieros y cuyos orígenes se atribuyen a los judíos. El discurso antisemita del padre habría influenciado en el espíritu del hijo desde muy joven y este, habría confrontado hasta en la edad adulta, una serie de situaciones en las que los judíos, según él, serían los responsables de sus desgracias y fracasos profesionales como sentimentales. En el plano histórico de la época, es claro que existe un ascenso preocupante del antisemitismo de la preguerra en Francia, lo que impide al Frente Popular de León Blum, de conseguir la unanimidad contra el hitlerismo triunfante y hasta es acusado de propiciar la guerra con Alemania, acusación que Céline aprueba con todas sus energías y propone una “alianza” con los alemanes para evitar la guerra. Es en este contexto que sus escritos antisemitas se levantan con una rapidez alucinante y se transforman en verdaderas armas de guerra psicológica, de una violencia raramente deshumanizada, odiosa y delirante.


(1) “¿Quieren deshacerse de los judíos -dice Céline- , o quieren que ellos se queden? Si quieren verdaderamente deshacerse de los judíos, entonces no hay 36 mil medios, 36 mil muecas ¡El Racismo! Los judíos sólo tienen miedo del racismo. El antisemitismo no les preocupa. Siempre pueden arreglárselas con los antisemitas. Para eso está allí el nacionalismo! ¡Racismo! ¡Racismo! ¡Racismo! ¡Y no sólo un poco, de labios para afuera, no, sino integralmente! ¡Absolutamente! ¡Inexorablemente, como la esterilización Pasteur perfecta…! Si ustedes quieren únicamente hacer “joujou”, láncense inmediatamente en las “dosis equitables” Las medidas juiciosas, las tonalidades en degradé, el antipersecucionismo, por ejemplo…”

(2) Palabra que también contiene probados elementos racistas.

3) Foto publicada por Céline en la “Escuela de Cadáveres”, en el momento de su prohibición bajo pena de muerte en la ex URSS.
(4) Tintín, “Conversaciones en la Capilla ardiente” septiembre de 2007.
(5) Trascribo algunos párrafos ilustrativos del discurso de Céline:
“El mundo en toda su locura sigue, a pesar de todo, de muy cerca, las predicciones judías. Eso no pude sorprendernos demasiado porque los judíos son autores de todas nuestras músicas, de todas las danzas de las cuales la fútil humanidad se menea y se abre de todos sus miembros. Es, en la menor de las cosas que ellos se encuentran, en los refranes del destino…”
“Son los espíritus perversos los que vuelven la vida insoportable, esos espíritus encuentran intencionalidad por doquier. Yo siento también convertirme en perverso hasta la locura racista. Y no sólo un poco, ¡Racista ciento por ciento! ¡Tanto como comunista sin judíos ¡ A la hora en que vivimos, en estas circunstancias tan trágicas, no hay lugar para la indiferencia. Hay que escoger, hace falta optar por un tipo de perversión, no es suficiente decirse malvado, hay que tener una fe terrible, una intolerancia atroz, no existen muchas alternativas, o es la raza ariana o es la masonería, la masonería judía o la antijudía…”
“Yo me siento un amigo de Hitler, un amigo de todos los alemanes, los encuentro como si fueran mis hermanos, que tienen razón de ser racistas. Me dará muchísima pena si son vencidos. Yo encuentro que nuestros verdaderos enemigos son los judíos y los franc masones. Que la guerra que se nos viene, es la guerra de los judíos y de los franc masones, que esa guerra no es en absoluto la nuestra. Que es un crimen que se nos obligue a empuñar las armas contra las personas de nuestra misma raza, que no nos piden nada, que esta guerra se hace justo para dar gusto a los que arremangan la camisa del ghetto. Que ya está bien dejarse caer en la última escala de la asquerosidad…”
“Arianos, hace falta deciros siempre, que a cada judío que ustedes encuentren, si él estuviera en vuestro lugar, el sería nazi ciento por ciento. El encuentra en su íntimo fuero estúpido que devoráis el hichu, la paja salvaje porque aun no habéis comprendido nada. Y cuanto más pruebas de amistad le acordareis, más desconfiará forzosamente…A cada segundo él se pregunta si eso va durar siempre… A él no le gusta mirar a los ojos. Más bien él os mira pestañando de costado, furtivamente, como observan las aves de esa manera oblicua y transversal…”
Continua...

jueves, 10 de abril de 2008

RAZA, RACISMO , RACISTA (2)

(Vira Gasot)

Es, en 1930 que se manifesta de una manera hostil y violenta la actitud racista frente a determinadas razas, imprimiendo un carácter jerárquico a la diferencia entre ellas y estableciendo arbitrariamente ciertos criterios selectivos, en acuerdo con la ideología nazista triunfante. Sin embargo, parece ser demasiado pronto para que el término “racista” siente sus raíces en el sentido moderno que le acordamos, puesto que a la época, ese término servía para designar los excesos y violencias que las turbas del nacional socialismo y las acciones de la ultraderecha alemana cometían en contra de los asentamientos judíos, e incluso el propio hitler desestimó su empleo en “Mi lucha”, por considerar que este concepto no era claro y traducía, según él, una noción demasiado “vaga”

Eran, sin embargo, claras las manifestaciones “racistas” que emergieron en la Alemania de los 30, articulándose luego como una ideología, una ideología sustentada únicamente en consideraciones biológicas y que explicaban el comportamiento psicológico de los colectivos humanos en el plano social y cultural. El acto “racista” inaugurado por los nazis, es un acto de intimidación rabiosa, de carácter conflictivo y belicoso que parte de la agresión injustificada, y llega hasta la supresión física pura y simple, y todo ello en honor de una dicotomía de connotaciones falaces y absurdas que coartan las diferencias naturales, del “yo” y el “otro” y, naturalizan las diferencias entre el “nosotros” y “ellos”, en un terreno de separación coercitiva, que se fue legitimando a medida que el Nacional Socialismo ganó terreno en las mentalidades y en el tiempo y, cuando sus repudiables exacciones se precisaron, se preciso también el concepto “racismo”, que resulta ser posterior al concepto “racista”.

El racismo, fundamenta su existencia y su significación en las diferencias aparentes del cuerpo humano, diferencias que explican y determinan la “diferencia” o las “diferencias” entre las razas y no transige en la individualización cultural, ni psicológica, cualquiera que sea el estatuto social de quien, en ese terreno, sea considerado como el “otro”. Celine, en su célebre “Escuela de Cadáveres”, propone una reflexión escalofriante, cuando reduce a todos los judíos al estatuto de microbios indivisibles al ojo del forense y, por lo tanto, a la pregunta de si hay buenos y malos judíos, la respuesta es tácita, No. no, porque no hay microbios buenos ni microbios malos, sólo hay microbios…microbios que hay que destruir imperativamente porque no hay 36, 000 maneras de…hacerlo de otro modo.(1) El llamamiento formal a la masacre antisemita, enlodará al autor de “Voyage au bout de la nuit” y sus reflexiones en contra de los negros, cerrará el círculo vicioso de sus lamentables convicciones, casi místicas, de racista convicto y confeso.

Si nos remontamos a la antigüedad, Aristóteles, esboza ya sus convicciones sobre este tema, acordando a la diferencia entre hombres blancos y hombres negros, un carácter accidental y no esencial “es sólo por accidente que el hombre es blanco” nos dice y nos conforta en la certitud que en aquella época no hubo o no existió ninguna clase de racismo, al menos de la forma como se manifiesta modernamente. Al contrario, si bien, el estatuto social de los negros que vivían en Atenas en el siglo V, se resume a una condición de servitud doméstica de carácter esclavista, los malos tratos o la desconsideración como individuos que debieron sufrir en el mundo greco y también en el mundo romano era, únicamente, a causa de su ubicación social identificada y definida en tanto que esclavos o en tanto que mercenarios y no, en tanto que hombres en posesión de una piel de color negro.

Los que atravesaron, con su inteligencia o con su fuerza los prejuicios sociales de la época, llegaron a desposar a bellas atenienses y en Roma proliferaron las uniones mixtas, uniones que a nadie llamó la atención, ni nadie grito “escándalo” como cuando en el Perú, incluso el de los años 70, por ejemplo, el “Nene” Cubillas, ese extraordinario futbolista peruano negro, era groseramente impedido de pasearse tranquilo con su “blanquiñosa” (2), sin que la obtusa pituquería miraflorina lanzara una mirada escandalizada de desaprobación.

El mismo Haya de la Torre, a pesar de su tórrido discurso social y político, aquel discurso anti imperialista de la primera época, era fundamentalmente un individuo racista antes y después, aún cuando aseguraba sentir una profunda admiración por la filosofía estética de los artistas greco romanos (que por otro lado, ellos adoraban al negro como modelo supremo de gracia y elegancia muscular), un día se le ocurrió pronunciar este grave dislate conceptual: “No es lo mismo un desnudo greco, que un cholo calato”, dijo, y los que festejaron esta “ocurrencia genial” del Jefe, deben ahora lamentar la profunda y humillante desvalorización física del cholo peruano, tacita antitesis del ideal que él se hacia del ser humano perfecto.

No atribuir el carácter de “ideología” al racismo de hoy, me parece que es disminuir sus efectos nocivos, si únicamente se sitúa dicho racismo en el contexto restringido de la intolerancia con respecto a los “otros”. En el Perú, la violencia con la que se articula el pensamiento y la actitud racista, desborda de lejos la explicación marxista en términos de clases sociales, interiorizándose en los confines donde ese sentimiento se mimetiza de resabios coloniales, aun latentes y, donde los núcleos de personas psicológica y físicamente afines, pequeños o numerosos, reclaman al unísono, ser los “únicos” los “mejores” y hasta reivindican la legitimidad de ser el “centro” del todo. En todo caso, el descubrimiento de América, engendró los primeros atisbos de racismo, las primeras manifestaciones concretas del odio que inspiraba el color de la piel de los nativos, el tránsito licencioso de racismo europeo que desembarcó en nuestras tierras condenando primero, el desnudo, como una blasfemia a los ojos púdicos del catolicismo que lo calificó de “salvajismo” y, segundo, estableció brutalmente desde aquel instante, la bifurcación cruel y mortífera de dos razas, de dos culturas, de dos formas diferentes de concebir la evolución y el sentido de la vida. Y el racismo se impuso. Y ese racismo coludido de sus certitudes de superioridad en todos los dominios, especialmente en el dominio religioso, fundo una de las expediciones -masacre más crueles y poco conocidas de la humanidad, el auténtico primer genocidio europeo , genocidio que abrazó a decenas de culturas y a millones de seres humanos exterminados en nombre de la diferencia.

Muchos nos dirán que es exagerado acudir a una catalogación de "genocida" para designar el proceso de la conquista de América, pero si nos atenemos atentamente a los propios conceptos fundados y utilizados por los conquistadores, ellos resultan también ser una herencia interpretativa de los hechos, los mismos que hemos aceptado sin reflexionar mucho, siendo el mismo termino, "conquista", un termino que encierra matices vagos y hasta románticos y que no traducen la barbarie y el ensañamiento masivamente asesino y criminal de los conquistadores, el termino propicio y adecuado es, genocidio, si por genocidio distinguimos las siguientes características, establecidas por Christian Delacampagane en su libro, Una Historia del Racismo y a las que agregamos nuestro punto de vista.
(continua)






(1) “¿Quieren deshacerse de los judíos -dice Celine- , o quieren que ellos se queden? Si quieren verdaderamente deshacerse de los judíos, entonces no hay 36 mil medios, 36 mil muecas ¡El Racismo! Los judíos sólo tienen miedo del racismo. El antisemitismo no les preocupa. Siempre pueden arreglárselas con los antisemitas. Para eso está allí el nacionalismo! ¡Racismo! ¡Racismo! ¡Racismo! ¡ Y no sólo un poco, de labios para afuera, no, sino integralmente! ¡Absolutamente! ¡inexorablemente, como la esterilización Pasteur perfecta…! Si ustedes quieren únicamente hacer “joujou”, láncense inmediatamente en las “dosis equitables” Las medidas juiciosas, las tonalidades en degradé, el antipersecucionismo, por ejemplo…”

(2) Palabra que también contiene elementos racistas.

miércoles, 2 de abril de 2008

ALERTA: GARCIA DELIRA

Indicios cada vez más inquietantes, ponen en evidencia la lenta degradación de los derechos humanos en el Perú y la ascendente política de represiones sociales, que comenzaron con una beligerante provocación presidencial, al inicio de su gobierno en contra de las Organizaciones No Gubernamentales, convirtiendo a estas en víctimas propiciatorias de una inaceptable intromisión fiscalizadora, aberrante y anticonstitucional, sitúa, claramente, los objetivos antidemocráticos que se hacen cada vez más patentes, al gobernar a espaldas de la constitución, con una mano que se endurece progresivamente y que comienza a rampar en la clásica intolerancia ciega y brutal que ilustran los dictadorcillos intransigentes, fanáticos y sectarios, que tanto abundan en la bufalocracia aprista.

Esa porfía desencajada, dio la tonalidad de los propósitos ocultos del Presidente García, quien, iniciando la escalada intervencionista del estado, inicia también, un lento proceso de absolutismo despótico que amenaza con suprimir las libertades individuales, intensificando una represión, primero verbal, violenta, ofensiva e inaceptable y luego, una permisiva represión armada que invoca la lucha contra el terrorismo y que focaliza a las organizaciones sindicales y sociales, con la clara voluntad de liquidar todo intento de protesta que reivindique los derechos del pueblo, derechos a los que García no entiende proteger ni defender, porque sólo defiende los intereses del gran capital a los que está asociado.

Las Regiones que expresan un posicionamiento coincidente con las justas reclamaciones populares, se han visto también violentamente atacadas por el presidente en persona, violencia rara que atestigua otro rasgo de intolerancia en el desafuero de los métodos democráticos de discusión y concertación, que el presidente elimina progresiva y autoritariamente, y de los que sólo se sirve cuando llenan una función publicitaria o propagandística, o cuando se erigen en motivos ideales para desviar la atención popular o simplemente, cuando se usan como cortinas de humo que ocultan otros actos de represión, de entreguismo, de corrupción o malversación.

El endurecimiento peligroso de la política represiva del gobierno, instruye una de las aberraciones más ensordecedoras por su carácter despótico y enajenado, me refiero a la increíble torpeza de detener a jóvenes que viajaron al Ecuador, en el marco del ejercicio de sus legítimas convicciones políticas que la Constitución defiende y garantiza, y que sin pruebas, se les acusa de terroristas, acusación que ha resultado ser el calificativo mendaz y patrañero eficaz, para confiscar sin ambigüedades, una postura de izquierda que se recusa estúpidamente con la represión vil y ruin, desde el infame sillón presidencial, donde un ególatra autoritario ha comenzado ha hablarnos de los millones de perros del hortelano, con el dedo puesto en el gatillo.

martes, 1 de abril de 2008

ALAN GARCIA, EL HERODES FASCISTA


Una de las formas
más eficaces de considerar a los visitantes extranjeros, APEC, como perfectos imbéciles, es presuponer que lo son. Sobre todo, cuando el desquiciado presidente García, a quien lo ilumina una obesa y celestial certitud, cree que el Perú arrancará profundos suspiros de admiración y de elogio, cuando éstos atraviesen los itinerarios y circuitos cuidadosamente seleccionados y cuidadosamente retocados para la ocasión, a la imagen de los circuitos “Express” que se fabrican para turistas distinguidos y analfabetos.

Con ese hipócrita afán de “mise-en-scène” falsificada, las autoridades que recibieron el encargo del guía supremo, se desviven día y noche por instrumentalizar el pensamiento único del presidente, maquillando groseramente las protuberancias y los huecos centenarios, operando afeites caprichosos a cielo abierto, acicalando de improvisaciones acicaladas los espacios con estructuras de miseria, empolvando o desempolvando muros y salones angustiados, despejando las cosas horribles y feas que producen enorme vergüenza , despejando también a los niños mendigos que hacen parte de las cosas horribles que el Apra quiere esconder, en un acto de verdadera y genuina vergüenza nacional.

Vender la imagen y saber cómo hacerlo es prerrogativa del fascismo neoliberal y lo que están haciendo, es vender la imagen inexistente de un país imaginario que lamentablemente y ante los ojos del mundo, nada y se asfixia en la miseria social y económica endémicas del subdesarrollo, y cuya expresión más chocante, son los niños que trabajan, ante la indiferencia glacial del gobierno, pero aun más chocante, la injusta situación humana de los niños abandonados a su suerte miserable y que pululan mendigando por todo sitio, instalando en cualquier esquina el pregón suplicante de la limosna y señalando, únicamente con su existencia, el reproche cruel a la indolencia del estado.

Aún cuando nuestra enorme miseria, pretenda ser escondida y tapada por el dedo presidencial, ella existe y ella se describe con abundante información en las más elementales guías turísticas del mundo, y nuestras cifras y nuestros datos de orden económico y social, son actualizadas y conforman los meticulosos dossier que son preparados por gentes competentes, a quines no seducen los oropeles ficticios de la operación burlesca del retoque, que García se apura en ofrecer y que sin duda costarán muy caro.
Los que vienen al Perú en calidad de gobernantes, saben dónde aterrizarán, qué comerán, y qué no deberán comer. Creer en su ingenuidad y pensar que se puede traficar con ella, eso es ingenuidad. Es imposible cambiar el paisaje, cuando apenas a algunos metros de distancia, estallan los apretados sesgos de nuestra triste realidad, los contornos de una ciudad horrible que rinde homenaje a la irracionalidad urbana, fruto también de la improvisación y de las miserias. No se pueden esconder los temblores que tenemos por dentro, con flores de papel crepé que nos cubren a medias, por afuera...