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domingo, 26 de junio de 2016

Adiós Inglaterra






Una bomba ajustada negligentemente a la cintura, ha suicidado para siempre a  David Cameron
Ultimo y primer Primer Ministro de la época: “Después del “BREXIT”. La ruptura de los débiles palitos que ligaban, desde 1973 a Inglaterra y a la Unión Europea, ha sido trágicamente consumada.   
Después de cuarenta y cuatro años de relaciones que oscilaron entre el amor, el odio y la ambigüedad, el divorcio se oficializa a partir de este jueves 24 de junio, con un “BREXIT” cuyas incalculables consecuencias económicas y sociales en el continente, son evaluadas con estupor en ambos costados de la macha.   La onda de choque, puede alcanzar a las playas más lejanas del mundo.
No es que la Unión Europea haya sido un dechado de fidelidad, al menos con sus principios fundadores, que justo al salir de la segunda guerra mundial, fumeaban de ideas y postulados solidarios,  sino que ha sido, aunque sea difícil de aceptar, transformada en una madriguera de claudicaciones. Sus altos dirigentes no elegidos democráticamente, han construido un espacio económico y social que ha destruido y continua a dinamitar todos los sistemas de protección de los trabajadores, duramente obtenidos en los años 70.
Esta política de sabotaje de las condiciones de vida y de trabajo de las clases populares, corre el riesgo de extenderse a otros países de la Unión Europea, a quienes la bota autoritaria de La Comisión, ha conminado a los pueblos a aceptar sus injustas resoluciones sin chistar, o morir. Tal, el flagrante caso de avasallamiento y de humillación que hemos visto utilizar contra Grecia. 
Europa  es el continente más contaminado por la epidemia neoliberal. Virus que  ha logrado entronizarse en todas las instituciones de la Unión, como en La Comisión, en el Parlamento Europeo, en el Banco Central Europeo, en el Euro Grupo y en otras instituciones con poder decisional, lo cual ha pervertido a la Unión Europea y ha hecho de ella una maquina muy bien aceitada de protección irrestricta de los intereses, de los verdaderos patrones del mundo, es decir, las transnacionales. La infección que continúa a desarrollarse de manera exponencial, se muestra cada vez más irreversible, más soberbia, más ostentadora y más  brutal.
Las previsiones del destete inglés, se cifran en dos años y desde hoy ya se perfilan los métodos que excluirán toda piedad. Toda clemencia contra todo aquello que no esté conforme con la voracidad, de aquellos que pudieran sentirse afectados en la primera trinchera. Es decir, el gran capital financiero. El mismo que ya husmea cómo sacar las mejores ventajas de esta esta tragedia. Actitud que convoca a los pueblos de la Unión  a la más rápida desafección del proyecto europeo, que ha perdido definitivamente su alma, renunciando a los ideales de prosperidad compartida, en beneficio de la idolatría del mercado, de la angurria ilimitada del mundo financiero, de la tiranía de la austeridad impuesta por la eurocracia...
Solo queda un camino. Aprovechar  esta excepcional ocasión para convocar a la constitución de una Asamblea Constituyente Ciudadana de ancha base, que proclame nuevos principios de organización continental, nuevos líderes salidos de justas lides electorales, en el contexto de una visión política e ideológica, de solidaridad, de justicia social, de justicia ecológica y de democracia real.