El día de hoy, han salido a la luz las prácticas y los métodos que utiliza la diplomacia americana para vigilar a través de sus embajadas a todos los Estados del mundo. Entre ellos, y de manera prioritaria, a aquellos países que potencialmente representan una amenaza o una interrogante para el “establishment”.
El sitio especializado en la difusión de documentos oficiales, WikiLeaks a obtenido 250.000 telegramas diplomáticos que proceden del departamento de Estado y de todas las embajadas americanas que tienen su sede en todos los países del mundo. En una palabra, los americanos han sido descubiertos con las manos en la masa, lo que para algunos representa un nuevo 11 de setiembre negro para el gobierno de los Estados Unidos. Sin embargo, esas revelaciones se envuelven de un halo misterioso porque no proceden de los órganos secretos de investigación, ni de los servicios militares, no son, por lo tanto, revelaciones explosivas estrictu sensu, en el sentido que no divulgan lo esencial, sino que confirman lo que ya se sabe o lo que un espíritu acucioso y finamente deductivo da como hecho; pensar por ejemplo, que esa fuga inexplicable de información secreta, tan celosamente guardada no está exenta de la suposición que pueda tratarse de una gran operación montada, de una manipulación universal que se fija otros objetivos.
Después de la difusión de los informes militares del pentágono sobre las guerras de Afganistán e Iraq, esta es la tercera vez que se produce una fuga de cables diplomáticos de una mayor envergadura, porque implica al Departamento de Estado que revela una buena parte de los trapitos sucios de la diplomacia mundial.
Las informaciones se irán publicando poco a poco. 120 periodistas de cinco países han estudiado los famosos telegramas, han intercambiado información y las han sometido a toda clase de expertos, habiendo decidido que algunas de esas informaciones no serán tratadas, a causa de la poca fiabilidad de las fuentes citadas. Cinco periódicos han leído y analizado los telegramas desde hace algunas semanas atrás y son, Times, The New York, The Guardian, Der Spiegel, Le monde y el País.
La globalización también llega a la prensa porque no se recuerda una tal colaboración periodística en el pasado, tanto que hoy establecen comúnmente listas de personas a quienes se debe proteger, entre otros, en los países dictatoriales, criminalisados o en guerra. Curiosa coincidencia o extrema preocupación de los diarios que también han decidido no publicar “lo que pone en peligro a los Estados”. Las identidades amenazadas han sido disfrazadas y serán protegidas antes de publicar los telegramas, a partir del 29 de noviembre a donde se podrá apreciar los maniqueísmos y las manipulaciones de la diplomacia americana y de los países con los cuales están en contacto.
Las relaciones de los Estados Unidos con Europa, Rusia, China y los países del Medio Oriente, serán evocadas, así como los países con quienenes los americanos están en guerra. La América Latina pasará también por el ojo clínico de los diplomáticos, en los aspectos serios y en los aspectos fútiles que, según el talento de los analistas, aprendices de Sherlok Holmes o consumados brujos de poca diplomacia, levantarán un inventario sobre la situación planetaria de sus amigos y de sus enemigos. En el Perú, el amigo fiel de los americanos, el presidente García qué tan amigo será? Hilary Clinton se habrá atrevido a verificar sus sospechosos desordenes mentales, como lo hizo con Cristina Kirsner, convencida que se trata una eszquizofrénica? O como con Chávez a quien se califica de loco?
El sitio especializado en la difusión de documentos oficiales, WikiLeaks a obtenido 250.000 telegramas diplomáticos que proceden del departamento de Estado y de todas las embajadas americanas que tienen su sede en todos los países del mundo. En una palabra, los americanos han sido descubiertos con las manos en la masa, lo que para algunos representa un nuevo 11 de setiembre negro para el gobierno de los Estados Unidos. Sin embargo, esas revelaciones se envuelven de un halo misterioso porque no proceden de los órganos secretos de investigación, ni de los servicios militares, no son, por lo tanto, revelaciones explosivas estrictu sensu, en el sentido que no divulgan lo esencial, sino que confirman lo que ya se sabe o lo que un espíritu acucioso y finamente deductivo da como hecho; pensar por ejemplo, que esa fuga inexplicable de información secreta, tan celosamente guardada no está exenta de la suposición que pueda tratarse de una gran operación montada, de una manipulación universal que se fija otros objetivos.
Después de la difusión de los informes militares del pentágono sobre las guerras de Afganistán e Iraq, esta es la tercera vez que se produce una fuga de cables diplomáticos de una mayor envergadura, porque implica al Departamento de Estado que revela una buena parte de los trapitos sucios de la diplomacia mundial.
Las informaciones se irán publicando poco a poco. 120 periodistas de cinco países han estudiado los famosos telegramas, han intercambiado información y las han sometido a toda clase de expertos, habiendo decidido que algunas de esas informaciones no serán tratadas, a causa de la poca fiabilidad de las fuentes citadas. Cinco periódicos han leído y analizado los telegramas desde hace algunas semanas atrás y son, Times, The New York, The Guardian, Der Spiegel, Le monde y el País.
La globalización también llega a la prensa porque no se recuerda una tal colaboración periodística en el pasado, tanto que hoy establecen comúnmente listas de personas a quienes se debe proteger, entre otros, en los países dictatoriales, criminalisados o en guerra. Curiosa coincidencia o extrema preocupación de los diarios que también han decidido no publicar “lo que pone en peligro a los Estados”. Las identidades amenazadas han sido disfrazadas y serán protegidas antes de publicar los telegramas, a partir del 29 de noviembre a donde se podrá apreciar los maniqueísmos y las manipulaciones de la diplomacia americana y de los países con los cuales están en contacto.
Las relaciones de los Estados Unidos con Europa, Rusia, China y los países del Medio Oriente, serán evocadas, así como los países con quienenes los americanos están en guerra. La América Latina pasará también por el ojo clínico de los diplomáticos, en los aspectos serios y en los aspectos fútiles que, según el talento de los analistas, aprendices de Sherlok Holmes o consumados brujos de poca diplomacia, levantarán un inventario sobre la situación planetaria de sus amigos y de sus enemigos. En el Perú, el amigo fiel de los americanos, el presidente García qué tan amigo será? Hilary Clinton se habrá atrevido a verificar sus sospechosos desordenes mentales, como lo hizo con Cristina Kirsner, convencida que se trata una eszquizofrénica? O como con Chávez a quien se califica de loco?
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