La corrupción se radicaliza sin ambages y ahora asume la forma pontificada del dogma único, la bellaquería de todos los extremismos, la trasnochada certitud de ser la luz y la razón, la imitación grosera y mediocre del rey Sol, Luis XIV, la caricatura de un absolutismo monárquico todo poderoso; el Lorcho Inti Rey, ha dicho: El Estado soy yo:
“En el Perú, el presidente tiene un poder, no puede hacer presidente al que él quisiera, pero sí puede evitar que sea presidente quien él no quiere. Yo lo he demostrado”
La pobre madre del cordero exhibe su total desnudez mostrando que García, el doctorcito de los enjuagues cloacales, el fidel servidor del mercantilismo pútrido, tiene el derecho y la potestad absoluta de impedir la victoria de quien el pueblo decide.
En otras palabras, nuestro lorcho Inti Rey a dicho:“yo me zurro en la constitución y en las elecciones generales, la ley soy yo para garantizar vuestras inversiones, yo lo he demostrado, tengo el poder de matar y mandar a matar a quien os estorbe…”
Esperemos que esta nueva manifestación corrupta de la interpretación del rol de un Jefe de Estado, no caiga en la banalización y la indiferencia. Pidamos su cesantía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario