No fueron cinco, sino SEIS los lotes
submarinos entregados a “TULLOW” Oil” y “KAROON GAS AUSTRALIA LIMITED”. El
gringo PPK nos ha entubado a todos.
Al compás ridículo de sus bailecitos sarcásticos, PPK ha logrado
desvalijar al Perú. Las últimas concesiones negociadas entre gallos y
medianoche, se ejecutaron sin que mediara ningún concurso abierto y
transparente y sin que el Congreso, tampoco, haya podido decir su última
palabra. Esas concesiones en el mar del norte, se hicieron a caballazo limpio y
en condiciones desventajosas, las más onerosas para el país… al más puro estilo
facineroso.
Vale decir que PPK se cobró, con algunas horas de anticipación, una indemnización boyante, a todas luces millonaria, porque le rompieron su contrato de cinco años al frente del negocio de ser presidente del Perú.
Vale decir que PPK se cobró, con algunas horas de anticipación, una indemnización boyante, a todas luces millonaria, porque le rompieron su contrato de cinco años al frente del negocio de ser presidente del Perú.
Ese corolario de corrupción compulsiva, que PPK practicó hasta el último
minuto de su gestión, es el paradigma delincuencial de una conducta de
inmoralidad permanente. Una práctica rufianesca que azotó a todos los peruanos.
Antes, durante y, probablemente, después su partida. Cabe señalar que este
siniestro personaje, comenzó y terminó su carrera en una doble escenografía con
fondo de petróleo.
Recordemos que en 1968 transfirió, fraudulentamente, alrededor de 105
millones de dólares, en favor de la International Petrolean Company. Hoy, en
2018, exactamente después de cincuenta años, PPK se despide de los peruanos
entre los santos oleos petroleros, transfiriendo fraudulentamente a la empresa
británico- irlandesa, “Tullow Oil”, cinco lotes petroleros que suman en total,
casi cuatro millones 800 hectáreas de fondos marinos (incluyendo la SEXTA
concesión, Z-38, acordada a “Karoon Gas Australia Limited”, empresa donde
“Tullow Oil” dispone del 35% de las acciones). Todo esto, justo en una zona
reputada por la excelencia de su biodiversidad y por sus condiciones altamente
favorables a la reproducción de las especies marinas.
Esta franja costera donde se concentra un volumen considerable de
actividades económicas, no puede ser desvalijada a la mala, por los intereses
subalternos de PPK y sus ministros que festinaron los procedimientos legales.
Que saltaron a la garrocha toda consultación con las autoridades regionales,
con las poblaciones incumbidas y con los actores económicos dependientes de los
ecosistemas marinos. Por lo tanto, Vizcarra, nuestro segundón pusilánime que no
parece tener la concha de PPK, pero que tampoco tiene la cancha en el arte de
gobernar, debe revocar los actuados y renegociar las concesiones, teniendo en
cuenta, además, el nocivo impacto social y ambiental que conlleva toda explotación
de petróleo en alta mar, así como los efectos perniciosos de los forados que
amenazan, peligrosamente, el medioambiente de la región. Tal como ocurrió con
las espeluznantes catástrofes del Golfo de México y Nigeria…
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