(Vira Gasot)
La reciente visita del Papa Benedicto XVI, a Sydney, en Australia, ha dejado una inmensa huella afrodisiaca.
Sydney, esa maravillosa ciudad donde los viejos edificios victorianos ceden remolones la plaza a los “toasters”, y que muchos de los cuales ostentan formas y firmas fálicas que, en efecto, parecen rascar las nalgas del cielo, ha sido designada este año para recibir a miles de ardorosos jóvenes, en el cuadro de las llamadas Jornadas Mundiales de la Juventud.
Periodo australiano muy difícil para su Santidad, donde Sodoma rima con sodomía, y Gomorra con gonorrea. Los australianos no salen de su asombro en cuanto a ese ruboroso número de religiosos pedòfilos que reescriben, en ese país, la terrible perversión bíblica. Perversión que Lot, sobrino de Abrahán, quiso combatir infructuosamente en esas ciudades malditas y hasta tuvo que hacer frente a una turba sobrexcitada que se empecinó en violar por la fuerza, a dos simpáticos angelitos que Dios había enviado para rescatarlo, a él y a su familia.
Pero esas gravísimas aberraciones practicadas con la vergonzosa complicidad de la plana mayor del Clero, que el Papa ha justamente sancionado y que públicamente ha pedido, un tardío perdón endureciendo la posición de la Iglesia (sin alusiones irrespetuosas), no son materia explicita de esta conversación “non sancta” en la capilla ardiente.
Me interesa comentar un despacho de la Agencia Reuters que, aparentemente, ha pasado desapercibido y que me ha hecho mucha gracia:
Las casas de cita y los prostíbulos de la ciudad de Sydney, durante la visita del Papa, han doblado y hasta triplicado sus ganancias. La “mami” de un burdel australiano que hace muchas décadas vendió su alma al diablo y su cuerpo a sus clientes, con un gran sentido de los negociosos, decidió ofrecer reducciones especiales hasta del 10 %.
La venerable patrona de este lenocinio de alta gama, denominado: “X clusive”, afirmó haber incrementado su plantilla de personal con mujeres ocasionales, para hacer frente al aumento incontrolable de la demanda, durante las jornadas mundiales de la juventud, que reunieron a miles de jóvenes católicos del mundo entero entre e 15 y el 20 de julio, en Sydney.
El establecimiento, no buscaba tentar particularmente a los peregrinos, sino a sus ideas, convertirlas obstinadamente en ideas peregrinas, y empujarlos a darse una vueltecita para constatar las “malignidades” del vicio de la carne que la Biblia reprueba y el Papa condena.
El mensaje también estaba destinado a todas las personas ligadas a la organización, así como a los 3000 periodistas venidos de todo el mundo, a cubrir el evento religioso.
Digamos que estas sabias estimulaciones comerciales de descuento sobre los precios oficiales, han beneficiado a todos, incluyendo a la Santa Iglesia que verá el diezmo que reclama a sus fieles, más rápidamente ingresar en sus arcas, porque las infidelidades morales de los peregrinos se transformarán en constricciones, y estas constricciones harán más fácil apoquinar a la Iglesia, el 10% que ahorraron los, arre...pentidos…
Es de esperar que el Papa no diga nada, porque después de todo, a él le repugna que los jóvenes hagan el amor libremente, pero le agrada que los jóvenes hagan la guerra, sobre todo en Irak…Esperemos también que los jóvenes infractores de las JMJ, no se hayan puesto el condón en el dedo índice que no sirve para nada y que no hayan obedecido a la suicida doctrina vaticana que aborrece el preservativo… justamente, con una prostituta, con lo cual, digamos que las voces del señor, no siempre son impenetrables y que la hipocresía compartida del staff religioso y de sus acólitos pecadores, han hecho posible eso de reunir en un todo, lo útil y lo agradable, pero la hipocresía también tiene otra dimensión de inmoralidades:
Aló… Aló... ¿Lima?
Hola amorcito, Aquí estoy en Sydney con el Papa…
Todo es maravilloso, ¿sabes?
En este momento asisto a la misa…
¿Qué, escuchas ruidos?
Bueno…los ruidos de labios que oyes, son de los hermanos que están chupando las hostias…
Si, si, te lo juro… y esos ruidos de catre viejo, es el incensario que se mueve de izquierda a derecha…
¿Qué dices? ¿Qué has oído agua para el cuarto 20?
No…no, la gente esta apretujada y piden agua porque hace un calor de infierno…
Si…si amorcito yo pienso en ti y ahora voy a rezar por ti…
La reciente visita del Papa Benedicto XVI, a Sydney, en Australia, ha dejado una inmensa huella afrodisiaca.
Sydney, esa maravillosa ciudad donde los viejos edificios victorianos ceden remolones la plaza a los “toasters”, y que muchos de los cuales ostentan formas y firmas fálicas que, en efecto, parecen rascar las nalgas del cielo, ha sido designada este año para recibir a miles de ardorosos jóvenes, en el cuadro de las llamadas Jornadas Mundiales de la Juventud.
Periodo australiano muy difícil para su Santidad, donde Sodoma rima con sodomía, y Gomorra con gonorrea. Los australianos no salen de su asombro en cuanto a ese ruboroso número de religiosos pedòfilos que reescriben, en ese país, la terrible perversión bíblica. Perversión que Lot, sobrino de Abrahán, quiso combatir infructuosamente en esas ciudades malditas y hasta tuvo que hacer frente a una turba sobrexcitada que se empecinó en violar por la fuerza, a dos simpáticos angelitos que Dios había enviado para rescatarlo, a él y a su familia.
Pero esas gravísimas aberraciones practicadas con la vergonzosa complicidad de la plana mayor del Clero, que el Papa ha justamente sancionado y que públicamente ha pedido, un tardío perdón endureciendo la posición de la Iglesia (sin alusiones irrespetuosas), no son materia explicita de esta conversación “non sancta” en la capilla ardiente.
Me interesa comentar un despacho de la Agencia Reuters que, aparentemente, ha pasado desapercibido y que me ha hecho mucha gracia:
Las casas de cita y los prostíbulos de la ciudad de Sydney, durante la visita del Papa, han doblado y hasta triplicado sus ganancias. La “mami” de un burdel australiano que hace muchas décadas vendió su alma al diablo y su cuerpo a sus clientes, con un gran sentido de los negociosos, decidió ofrecer reducciones especiales hasta del 10 %.
La venerable patrona de este lenocinio de alta gama, denominado: “X clusive”, afirmó haber incrementado su plantilla de personal con mujeres ocasionales, para hacer frente al aumento incontrolable de la demanda, durante las jornadas mundiales de la juventud, que reunieron a miles de jóvenes católicos del mundo entero entre e 15 y el 20 de julio, en Sydney.
El establecimiento, no buscaba tentar particularmente a los peregrinos, sino a sus ideas, convertirlas obstinadamente en ideas peregrinas, y empujarlos a darse una vueltecita para constatar las “malignidades” del vicio de la carne que la Biblia reprueba y el Papa condena.
El mensaje también estaba destinado a todas las personas ligadas a la organización, así como a los 3000 periodistas venidos de todo el mundo, a cubrir el evento religioso.
Digamos que estas sabias estimulaciones comerciales de descuento sobre los precios oficiales, han beneficiado a todos, incluyendo a la Santa Iglesia que verá el diezmo que reclama a sus fieles, más rápidamente ingresar en sus arcas, porque las infidelidades morales de los peregrinos se transformarán en constricciones, y estas constricciones harán más fácil apoquinar a la Iglesia, el 10% que ahorraron los, arre...pentidos…
Es de esperar que el Papa no diga nada, porque después de todo, a él le repugna que los jóvenes hagan el amor libremente, pero le agrada que los jóvenes hagan la guerra, sobre todo en Irak…Esperemos también que los jóvenes infractores de las JMJ, no se hayan puesto el condón en el dedo índice que no sirve para nada y que no hayan obedecido a la suicida doctrina vaticana que aborrece el preservativo… justamente, con una prostituta, con lo cual, digamos que las voces del señor, no siempre son impenetrables y que la hipocresía compartida del staff religioso y de sus acólitos pecadores, han hecho posible eso de reunir en un todo, lo útil y lo agradable, pero la hipocresía también tiene otra dimensión de inmoralidades:
Aló… Aló... ¿Lima?
Hola amorcito, Aquí estoy en Sydney con el Papa…
Todo es maravilloso, ¿sabes?
En este momento asisto a la misa…
¿Qué, escuchas ruidos?
Bueno…los ruidos de labios que oyes, son de los hermanos que están chupando las hostias…
Si, si, te lo juro… y esos ruidos de catre viejo, es el incensario que se mueve de izquierda a derecha…
¿Qué dices? ¿Qué has oído agua para el cuarto 20?
No…no, la gente esta apretujada y piden agua porque hace un calor de infierno…
Si…si amorcito yo pienso en ti y ahora voy a rezar por ti…
