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martes, 28 de noviembre de 2006

TU, PATRIA MIA.

En el remanso escueto.
De tu mirada lúgubre.
Tu retina se suspende frágil.
Ensoñadora.
Aún y todavía.
Escrutas.
En el horizonte que interroga
Definiendo rauda
La angostura del infinito.
La artimaña del ausente.
Tu, patria mía.
Abogada celeste.
De lágrimas azules.
Vendrás, como todos los dias.
A la hora solemne del almuerzo.
Cuando el silencio se instale.
En la mesa de los pobres.
Cuando los pobres se instalen.
En el silencio de la ausencia.
Tu, patria mía.
No tendrás campanas que te doblen.
Ni vericuetos que te anuncien.
Ni soldados con tambor.
Y sin trompeta.
Sólo te esperarán tropelías.
Tropelías encaramadas.
Sobre tropelías más ancianas.
Retazos de polvo salado.
Esparcidos en los contornos.
De tus ojos inmovibles,
En tus visiones arrinconadas.
En el desorden de tu memoria.
En la memoria de la nada, sin nada.
Ni de ayer, ni de mañana.

(Vira Gasot)

sábado, 25 de noviembre de 2006

ADIOS PHILIPPE NOIRET

Victima de una larga enfermedad, ayer murió, a la edad de 76 años, el gran actor francés, Philippe Noiret.
Durante más de medio siglo, fue un excelente embajador de Francia, con cerca de 130 películas que recorrieron el mundo entero, mostrando la imagen profunda de ese país, su cultura, su elegancia, su hedonismo, su gusto refinado por las sutilidades de la gastronomía, en sus versiones mínimas y máximas.
Philippe Noiret supo adaptarse a los universos de Roberto Enrico, Louis Malle, Bertrand Tavernier, Marco Ferreri y tantos otros, que nos permitieron apreciar su talento en la piel de tantísimos personajes que van desde el gangster simpático, el policía corrompido, el homosexual caracterial, el poeta intrépido, pasando por el juez incorruptible y otros.
La relación de todas sus películas es extensa e incomodo poder reseñar o recensarlas, sin embargo, en cada una de ellas siempre se hallará la enorme simpatía de su su forma de ser, su voz, de una profundidad gutural tan particular y exclusiva, y esa cierta idea agradable que todos nos hacemos sobre Francia y sus costumbres.
He aquí, algunas de las películas que me han marcado profundamente:
Zazie dans le métro, Alexandre le bienheureux, La grande Bouffe, Le vieux fusil, Le juge et l’assassin, Les Ripoux, Cinéma Paradiso, La vie et rien d’autre…

ADIOS PHILIPPE NOIRET

Victima de una larga enfermedad, ayer murió, a la edad de 76 años, el gran actor francés, Philippe Noiret.
Durante más de medio siglo, fue un excelente embajador de Francia, con cerca de 130 películas que recorrieron el mundo entero, mostrando la imagen profunda de ese país, su cultura, su elegancia, su hedonismo, su gusto refinado por las sutilidades de la gastronomía, en sus versiones mínimas y máximas.
Philippe Noiret supo adaptarse a los universos de Roberto Enrico, Louis Malle, Bertrand Tavernier, Marco Ferreri y tantos otros, que nos permitieron apreciar su talento en la piel de tantísimos personajes que van desde el gangster simpático, el policía corrompido, el homosexual caracterial, el poeta intrépido, pasando por el juez incorruptible y otros.
La relación de todas sus películas es extensa e incomodo poder reseñar o recensarlas, sin embargo, en cada una de ellas siempre se hallará la enorme simpatía de su su forma de ser, su voz, de una profundidad gutural tan particular y exclusiva, y esa cierta idea agradable que todos nos hacemos sobre Francia y sus costumbres.
He aquí, algunas de las películas que me han marcado profundamente:
Zazie dans le métro, Alexandre le bienheureux, La grande Bouffe, Le vieux fusil, Le juge et l’assassin, Les Ripoux, Cinéma Paradiso, La vie et rien d’autre…

viernes, 24 de noviembre de 2006

miércoles, 22 de noviembre de 2006

UNA NUEVA REINA SOCIALISTA PARA FRANCIA

“Yo no saco de este resultado, ninguna gloria personal, sino que mido la inmensa responsabilidad de no decepcionar a todos aquellos que esperan…”

Vestida del blanco que evoca una apariencia virginal, inmaculada, con la sonrisa que se desplaza en todos los sentidos y con sus ojos de bamby, Segolena Royal se dirige a sus partidarios en lo que es su primer discurso oficial, luego de haber vencido a sus dos rivales: el temible “dinosaurio” Dominique Strauss- Khan, y el “barón” Laurent Fabius, ambos, dirigentes políticos de enorme talla en el Partido Socialista Francés.
Semana agitada, semana de nervios condicionada por una inusual participación masiva de todos los medios de comunicación, incluidos los que son adversarios jurados del socialismo francés, gratificó a todos, amigos y enemigos, mostrando en una ejemplar campaña de democracia interna, cómo se ivan decantando las opciones y las posibilidades de los candidatos a la candidatura de la presidencia de la república del próximo año.
Segolena Royal, cuyo apellido evoca también el pasado monárquico de ese país, será sin duda, la primera mujer con reales posibilidades de adjudicarse la primera magistratura de la república, luego de ese confortable 61 % que la unge en candidata incontestable, y que la resguarda de los asechos de imposición, que pudieran tentar a sus ex rivales, en la designación de la estrategia política a seguir. Solo a ella le incumbe, ahora, mostrar el perfil político verdadero de esta mujer, mediaticamente simpática y con adicionales rasgos agradables de belleza física, que han logrado seducir, al menos en los sondeos , a una importante franja de la población, cuyas intenciones de voto se sitúan entre el 51 % y el 55%.
Presidente de la Región Poitu-Chatentes y compañera del Primer Secretario del Partido Socialista, dirige al parecer, con mano de fierro, los asuntos regionales y en el decir de los que la conocen, “detrás de su sonrisa angelical, se esconde una temible resolución en las desiciones que toma…”
Algo de esto se vio, cuando en el curso de la campaña tuvo que recibir los golpes durísimos de los candidatos socialistas, adversarios, quienes pactaron por su eliminación conciliando una posición de dogmatismo extremo, como el que encarna Fabius y la social democracia de Strauss-khan. El participacionismo democrático que enarboló Royal a lo largo de toda su campaña, dio sus resultados, aun cuando ideológicamente su sustentación careció de explicaciones y de rigor.
En cuanto a las reacciones que suscitó esta victoria en el campo de la izquierda “plural”, se perfila ya un panorama improbable de unidad; Marie-Georges Buffet del Partido Comunista, sostiene que la Royal desarrolla una posición “Blarista-liberal”. Y para Besancenot de la Ligue Comunista, asi como para la trotsquista Arlette Laguiller, sus planteamientos son de “corte liberal, inaceptables”.
La derecha que aún no ha lanzado su candidato y que con toda seguridad recaerá en la persona del controvertido Nicolás Sarkozy, comienza a hacer sus cálculos electorales, con un cierto temor que no esconde la probable captación de la Royal, de todos los sectores que no comulgan con el actual Ministro del Interior, incluyendo los partidarios del presidente Chirac, y tomando muy en serio las consecuencias del desplazamiento, hacia la derecha del centro de gravedad del partido socialista, el fenómeno que representa Segolene Royal.

martes, 21 de noviembre de 2006

INDOLENCIAS MUSICALES

Palpitan genuinas como dos aves,
montrando el centro de la tierra,
donde la tierra las ultrajó.
Palpitan como dos astros,
mostrando en centro inapelable,
donde apagarán en breve, su brisa breve.
Y tu, pequeño hombre, me muestras la talla,
donde la vanidosa hoguera te alumbra,
por unas horas, por un dia, debajo de la tierra...

(vira gasot)

lunes, 20 de noviembre de 2006

Bruselles 14102006
Una reciente información proveniente del Ministerio de la Defensa turco, la semana pasada, da cuenta de una primera reacción oficial de ese pais contra la penalización por el no reconocimiento del genocidio armenio. Al parecer, importantes pedidos comandados a diversas empresas francesas han sido anuladas sin ninguna explicación. ¿Es la respuesta primera a las reticencias europeas por dilatar la incorporación dicho pais en la Unión Europea? El siguiente artículo publicado por Vira Gasot el pasado mes, puede venir en ayuda

Turquía viene de atravesar un fin de semana agitado y controvertido. El asar del calendario había tercamente insertado en un mismo dia, dos temas que evocan la sensibilidad patriótica y el orgullo nacional, subvencionados por las reticencias históricas y la menguada satisfacción por el Premio Novel de Literatura.
El camino hacia la admisión dentro de la Unión Europea se ve de nuevo perturbado por estas cíclicas contingencias, que evidencian la posición vacilante de los europeos, por una tal incorporación de ese país.
Únicamente los ultra nacionalistas turcos, inmersos en total indignación, condenaron ferozmente el voto del Parlamento Francés, que propone la penalización del no reconocimiento del genocidio armenio, y abominaron el galardón sueco que confiere sus palmas al escritor turco Orhan Pamuk, considerado por ellos como un títere, porque hace parte de los que reconocen públicamente el genocidio.
106, contra 19 diputados aprobaron el texto de proyecto de ley, no sin desencadenar los desencantos gubernamentales expresados, en primer lugar, por la Ministra delegada al Comercio Exterior, Sra. Christina Lagarde, quien instó a los diputados socialistas a no poner en peligro las relaciones económicas con Turquía, “por una causa electoralista circunstancial”, dado que Francia entretiene un “grueso mercado”.
“Yo soy de los que prefieren depositar un libro de historia en sus estantes, antes que depositar un carné de encargos”. Le respondió un diputado.
La segunda nota controvertida la expresó el Presidente Chirac, prometiendo “hacer todo lo posible porque esta Ley no sea promulgada.”
De ser aprobada, esta ley pondrá, efectivamente, en serias dificultades la tambaleante cuestión del ingreso de ese país a la organización comunitaria europea, con un colofón impresionante de retorsiones que podrían, en efecto, afectar seriamente la presencia financiera francesa, que proyecta construir, entre otros, represas y caminos, pasando por la venta de helicópteros y de tecnología moderna. Los intercambios comerciales se cifran hasta el año pasado a cerca de 8 mil millones de euros.
Los asares del calendario, obran pues, con lúcida coincidencia, cuando Suecia acaba de recompensar con su Novel, al escritor turco, Orhan Pamuk, quien me es particularmente simpático, además de la excelencia refinada de su estilo, por su honesto posicionamiento frente a la intransigencia sistemática y obstinada del pueblo y del Gobierno turco, al no reconocer el bárbaro genocidio perpetrado contra el pueblo armenio.
La coyuntura delinea también el incomodo formato por el que tendrá que pasar el Papa Benedicto XVI, cuando el próximo mes, en Ankara, fije su posición cristiana frente a tan delicado contexto, indigno de soslayar por más tiempo, como las tibias condenaciones, sin especificar los autores que el Vaticano suscribió en el 2000 y 2001.
Mientras tanto, veamos qué pasó.
En abril de 1915, en Estambul, capital del imperio otomano, caen abatidas bajo la fiereza del Ministro del Interior, Taalat Pacha, 600 notables armenios. Es el comienzo sanguinario de una empresa de aniquilamiento sistemático, el primer genocidio del siglo XX, que hará un millón doscientas mil víctimas en la población Armenia del imperio turco. Enseguida, caerán los soldados armenios del ejército turco, quienes habían probado su lealtad, impidiéndose imitar la deserción de sus homólogos turcos. Después, la masacre despiadada se extenderá por las siete provincias orientales del imperio, cumpliendo la orden gubernamental que ha decidido “destruir a todos los armenios residentes en Turquía, poniendo fin a sus existencias, incluso si las medidas que deban tomarse, son de naturaleza criminal, ignorando la edad o el sexo... Los escrúpulos de conciencia no tienen lugar aquí...”
El historiador Arnold Toymbee, en su inspección sobre el lugar de los hechos, reporta la extrema dureza del gobierno que no vacila en destituir a aquéllos funcionarios tibios que incumplen con las disposiciones. Así, reunidos los hombres de 20 hasta 45 años, son alejados de sus familias y enviados a otras provincias para obligarlos a efectuar los trabajos forzados que diezmarán a esa población. En mayo de ese año, la ley fijará el cuadro de la deportación de los sobrevivientes, así como la expoliación de las víctimas. Los niños y las mujeres serán deportados hacia el sur, hacia Alep, una ciudad otomana de Siria. Los convoyes humanos multiplicarán sus desgracias no solo por el sol de plomo ni por la ausencia de víveres y de agua que se abate sobre ellos, sino también por que en las montañas se agazapan los kurdos, que tienen ahora toda la libertad para exterminar a sus vecinos y rivales. Las mujeres y las adolescentes serán capturadas por los kurdos o los turcos y serán vendidas haciendo de ellas conversas forzadas al Islam y matrimoniándolas de fuerza.
En septiembre de ese año, vendrá el turno de los armenios de todo el imperio otomano, quienes conducidos como bestias de carga en convoyes interminables, irán a parar a Alep, en campos de concentración especialmente habilitados en pleno desierto, donde sucumbirán a sus heridas, al hambre y a la fatiga, un total de dos tercios de la población Armenia, bajo la soberanía otomana.
El genocidio ha sido escrito pero la “purificación étnica” se completará en 1923, cuando el general dictador, Moustafá Kémal, expulse a los grecos que vivían allí desde la antigüedad.
Estambul, en 1914 ciudad cristiana en sus dos tercios, se convertirá en ciudad exclusivamente turca y musulmana.
Desde entonces, ningún gobierno turco ha aceptado reconocer esta ignominiosa exterminación, siendo incomprensible que casi la totalidad de turcos pertenecientes a la minoría laica o a la mayoría islamista, no recusen el nacionalismo y la ideología radical de Moustafa Kémal y sus Jóvenes Turcos.
En 1945, la noción de genocidio encontrará su primera utilización jurídica en los actos de acusación de Nuremberg. El genocidio como tal será reconocido por la Subcomisión de Derechos del Hombre de la ONU, y en 1985, Francia adoptará una Ley que reconocerá, oficialmente, la existencia del genocidio contra el pueblo armenio.
Tal cúmulo de información y verdad histórica no puede ser obstinadamente negado y su no reconocimiento, implica una concesión argumental al rechazo de ese país, a no legitimar su aspiración ser miembro a parte entera de la UE.
UNA MUJER A LA PRESIDENCIA DE FRANCIA

Con la sonrrisa cincelada de gratitud y de emoción, Segolena Royal, la primera mujer candidata de la historia del Partido Socialista de Francia, se dirijió a sus huestes para agradecer, “desde el fondo del corazón”, su investidura como candidata oficial de ese partido, a las elecciones generales del próximo año.
Cerca del 61 % de los militantes socialistas, de un total cercano a los 300 mil, consagraron, desde la primera vuelta, a la que será la rival del controvertido Nicolás Sarkozy, representante favorito de la derecha francesa.
Con excepción de tres federaciones que le fueron desfavorables, el voto fue masivo y disciplinado en más de cien circunscripciones, jamás se había visto que en una elección primaria se coronara ganador, a un candidato con tal alto porcentaje. El antecedente más cercano se remonta a 1995, cuando el ex Primer Ministro Lionel Jospin, obtuvo el 65% de los votos, pero frente a un solo rival, el socialista Henri Emmanuelli. La Royal tuvo que batirse contra dos candidatos de enorme peso en el seno de ese partido, Dominique Strauss-Khan, connotado especialista en asuntos económicos y Laurent Fabius, el emblemático ex Primer Ministro de François Miterrand.
Utilizando una conocida formula de Jhon Kennedy, Segolena Royal lanzó un llamado hacia la unidad de todos los franceses: “Pregúntense ustedes qué es lo que pueden hacer por el pais.” Hábilmente se desliza por el costado del pueblo, sin citar a los camaradas que conforman el nudo duro de la dirección, haciéndoles comprender que al fin, con su investidura, a llegado el momento de ocuparse de las cuestiones serias que preocupan a los todos los ciudadanos y a los que hay que dar respuestas claras y precisas. “Yo no he sido recuperada por el aparato del Partido, ahora tengo la libertad de palabra…”
Nacida en 1953 en Dakar, Senegal, es hija del General Jacques Royal, militar turbulento y autoritario con quien llegó hasta los tribunales de la República
para exigir derechos de mantención para su familia. Ella es la cuarta de 8 hermanos. De su relación con el Secretario General del Partido Socialista, François Holland tiene 4 hijos. Sus estudios transcurrieron en la afamada Escuela Nacional de Administración y es titular de una licencia en Ciencias Económicas y diplomada en el Instituto de Estudios Políticos de París. En 1994, se gradúa como abogada. Segolena Royal ha sido consejera de François Miterrand y tres veces ministro de estado. La más alta función del Estado la espera el próximo año, si logra batir a la derecha que por el momento se encuentra en medio de intempladas divisiones. Se ignora si el Presidente Chirac se presentara a las elecciones tal como dejó entrever su esposa, en una reciente entrevista.

miércoles, 15 de noviembre de 2006

DE RIPLEY O DE GARCIA.

DE RIPLEY O DE GARCÍA

La última semana, un número importante de parlamentarios aprobaron el Proyecto de ley que amplia las facultades legales de la APCI.
Voto presuroso e irreflexivo que paseo, primero en el país y ahora en el extranjero, la incomoda imagen de un poder legislativo bullicioso e insuficiente. Serios y henchidos de convicción o de consignas disciplinadas, nuestros padres de la patria han exhibido, sin importarles mucho, sus notables y notorias ausencias en el conocimiento y en el dominio de tópicos de carácter internacional.
La majestad que enaltece y exalta este alto lugar de la democracia se ha bamboleado, en el lapso agudo y pujante de un carpetazo deplorable. Sus ecos furibundos han atravesado los mares, desembarcando en los pulcros y aireados corredores y oficinas de la cooperación internacional. Sus funcionarios, decidieron abrir temerariamente sus orejas para certificar si era correcto lo que escuchaban y en efecto, escucharon muy bien. ¡Es cierto!
El enhiesto parlamento peruano, vibrando de patriotismo ha consignado y aprobado la demanda de registrar y controlar (léase) fiscalizar, priorizar, armonizar, seleccionar, evaluar, calificar, clarificar, determinar, sancionar y otros la Cooperación Técnica Internacional que recepcionan, a título no reembolsable,
las instituciones privadas que se constituyen y funcionan como asociaciones regidas por el código civil y que se denominan ONG.
Estas instituciones, tienen una dimensión particular por que hacen parte de un sistema universal que se consagra a la aplicación de la filosofía de la cooperación Técnica Internacional, filosofía que los Estados, industrializados o no, decidieron institucionalizar en 1949, en el marco de una memorable asamblea de la ONU que consignó la obligatoriedad de los paises desarrollados, a destinar un porcentaje de sus presupuestos para “disminuir la brecha que separa los ricos de los pobres” (dicho sea de paso, esta brecha ha evolucionado en todos los sentidos, ensanchándose particularmente en el sentido de la profundidad).
En este mismo contexto y teniendo como marco de referencia los acuerdos bilaterales o multilaterales de cooperación que suscriben los gobiernos, el flujo de los recursos de cooperación no solo pueden provenir de fuentes oficiales, sino también de fuentes privadas, siempre que éstas respondan a la estrategia gubernamental, que cada pais cooperante entiende delinear y singularizar.
Las donaciones extranjeras están sujetas, en su país, al cumplimiento de ciertos requisitos ligados al interés que tiene el gobierno de dar a esos fondos una connotación, acorde con sus postulados sobre la forma cómo entiende y como esa nación concibe “su” ayuda al exterior.
El caso anecdótico de la cooperación danesa en Colombia es completamente marginal, y aunque da pie a la argumentación favorable al control de la cooperación, esta alusión no perturba ni cuestiona el consenso universal sobre el “modus operandi” de los entes que recepcionan la cooperación extranjera.
Parecería que en espíritu de algunos diputados, existe la creencia que las donaciones destinadas a la cooperación se obtienen con una simple demanda y que a los donantes de fondos no les importa quién los recibe, ni les importa que la destinación tenga usos distintos a los que originaron su aceptación y aún menos, que los encargados de ejecutar los proyectos se llenen los bolsillos,
en ausencia de todo control. Tan simplista razonamiento, desfila también en la voluminosa extensión de apasionados artículos, a donde grises eminencias de circunstancia y expertos grises en oportunismo político mediático, desenvainaron sus retóricos arsenales, artesanales y cacofónicos, para sostener la desatinada cruzada parlamentaria contra los cacacenos de la ONG, potenciales mañosos, y hábiles en desviar, en beneficio propio o en beneficio de causas no cristianas, la ayuda que se les acuerda, con el humillante titulo de ayuda a la pobreza, título instaurado también por la ONU, en el cuadro de sus objetivos para el milenio.
Ahora bien, a dónde entra la priorización o la armonización de proyectos que la ley evoca, si miseria es lo que mas abunda en nuestro país y cualquier iniciativa, cualquier inversión de carácter social por muy exigua que sea, siempre será la bienvenida, por lo tanto prioritaria. A estas alturas, hablar de duplicidad de proyectos e invocar esa probabilidad, poco creíble como razón de concordato
y de peso para justificar la armonización, es un acto de mala fe. Pero pueden hacerlo y debiera de hacerse racionalmente, integrando la globalidad de la aportación extranjera en un sentido de complementariedad, en el esfuerzo nacional por provocar el desarrollo; recursos extranjeros y recursos nacionales confundidos en una inversión verdadera, que asuma eficientemente los retos del desarrollo, retos que a la hora actual no se conciben con dadivas ocasionales y de carácter asistencialista, sino con masivas inversiones reproductivas del Estado, con efectos sociales y económicos tangibles a mediano y largo plazo, en los sectores a donde se rifan actualmente nuestras riquezas naturales, por ejemplo, eso es luchar contra la pobreza: Crear riqueza.
Las ONG, cuando elaboran sus proyectos de Cooperación Técnica Internacional, se ciñen simplemente a la estructura que comporta su formulación, comenzando por la explicación clara de sus objetivos, metas y sus particulares metodologías de aplicación reservando, imperativamente, un capítulo que se destina al control y a la evaluación, en la que frecuentemente participan las fuentes y a quienes en toda legitimidad concierne exigir y verificar la evolución del proyecto que financian.
Hay, por lo tanto, justificadas razones para sospechar que las verdaderas motivaciones de la embestida contra las ONG, se encuentran en el paraninfo de la política partidaria, que hace sus pinitos en el arte de apabullar todo signo de desacuerdo y oposición.
La ultima reflexión que suscita esta controvertida tempestad en un vasito de pisco,
proviene de las declaraciones del Dr. García, quien sostiene que el estado “sacrifica sus impuestos mediante exoneraciones y por lo tanto (el gobierno) tiene el derecho de saber a dónde va el dinero.”
El mismo Dr. García, instado por los apremios que exige nuestro desarrollo, tiene como Presidente, la misión de solicitar el aporte de la cooperación extranjera. Cuando esta se materializa generosamente y nos llega a través de la financiación de los proyectos de las ONG, entre otros entes receptores, el presidente parece decir a los donantes, gracias por cooperar y ahora… ¡Paguen sus impuestos! Esta es la primera razón moral por la que es, hasta indecente, no sólo mirar los dientes del caballo sino, exigir que el regalo nos sea pagado. ¿De Ripley o de García?
Las ONG en todo el circuito mundial de la cooperación, son instituciones que provocan un sentimiento de respeto, sobre todo aquellas cuya meritoria y difícil labor se centra en la complejidad ionizada de los recursos naturales y del medio ambiente, sobre quienes, en el Perú, la tentación de reducir su espacio no puede favorecer sino, a un solo interesado: La derecha reaccionaria.
El Estado, cuya estructura y medios no le permiten acceder a la multiplicidad de necesidades que expresan las colectividades, debiera reconocer que estas entidades lo suplen, eficazmente, en la medida de sus posibilidades.