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viernes, 31 de agosto de 2007

ORACIÓN DEL BLOGGERO

Bendito y alabado seas ¡oh blog bien amado!
Tú que me reflejas en un gigantesco espejo,
Alimentándome con la admiración de lo que escribo,
Y perdonándome por lo que, debiendo, no describo.

Benditos sean los comentarios y el halago reconocedor,
De mis talentos incuestionables de gran escritor,
De la vena de genio que me permite pavonear,
De lo poco que los otros me pueden ilustrar.

Bendito y alabado seas ¡oh blog bien amado!
Porque estimulas mi ego centrándolo a tu costado,
Convirtiendo mi pluma en eje de fundamentos irrebatibles,
En una post modernidad, que mi estilo globaliza a los irresistibles

Bendito sea el lector fugaz, transitorio, conocido, anónimo o escondido,
Por dejarme nadar en la profundidad de tanto tópico desconocido,
En la superficie agitada de la trivialidad fútil pero transparente,
En el océano de lo chic y lo decente:
Ser más importante que utilitario, es más trascendente.

Bendito y alabado seas ¡oh blog bien amado!
Porque muestras generoso mis cualidades en alto grado,
Porque aunque siendo orgulloso de mi formación media,
Escondes que soy ferviente y dependiente, admirador de Wikipedia.