publizida.es

jueves, 15 de noviembre de 2007

CIERRA EL HOCICO, CACHACO (Segunda parte)

(Vira Gasot)


Finalmente, los españoles están traumados con el tremendo impacto que provocó el gesto osado, gesto de Imperator fascista que su Rey, Don Juan Carlos, zurrándose en la Constitución española que le impide confrontarse políticamente, se confundió de súbdito y, creyendo además, que Santiago de Chile era una prolongación de la zarzuela, lanzó a viva voz la ordenanza de cerrar el hocico al “cachaco insolente” más insultado del planeta, por ilustrar irrespetuosamente los orígenes tenebrosos de Aznar, en materia de doctrinas totalitarias contra natura. Se confundió también, porque los chilenos, demostrándole cálidamente sus afecciones genuflexas y reverénciales, creyó encontrarse en Sevilla o más lejos aún, lejos, muy lejos de Ceuta y Melilla a donde hace muy poco, la hostilidad de centenares de manifestantes pidió su cabeza e increpó sus oídos sordos, frente a las viejas reivindicaciones territoriales que Marruecos exige de España. Lo que le dijeron en árabe a su Alteza Real, no se puede repetir.

Los periódicos españoles, comparten esta mañana sus apreciaciones sesgadas sobre el incidente que protagonizó Don Juan Carlos con el presidente venezolano, Hugo Chávez y no parece amainar la ola de pronunciamientos críticos que enjuician desde todas las perspectivas, la soberana metida de pata o si se prefiere, la pérdida de sangre fría del soberano, lo que todavía da mucho que hablar y mucha tinta que derrochar.

Del costado oficial, se vienen multiplicando las iniciativas gubernamentales con Miguel Ángel Moratinos a la cabeza, para de nuevo, hacer callar al soldado rebelde, esta vez, a punta de diplomacia muscular y mediante emisarios ibéricos y, comedidos como secretos Felipillos locales. Las tempestuosas declaraciones de Chávez de revisión de las relaciones bilaterales y la demanda de excusas públicas, amenazan con devolver al Rey a su condición de Jefe de Gobierno como todos los otros, a su condición de ser humano, como lo son todos sus súbditos, pero tal parece que se agarra fuerte de su Áurea protectora, aunque su corona haya sido definitivamente resquebrajada y que mucha gente, por comenzar en esta América mestiza, comience a mirar al Rey con los ojos del alma y con los tanteos olfativos de todos a quienes repele la impronta del franquismo facho.

Una brecha ha nacido con la madre patria. Para buen número de españoles, el gesto desplazado se justifica por una especie de reacción protectora y paternal, sin distingos políticos, pero se olvidan que no se pueden transponer las especificidades del tablero político local, en un auditorio internacional que nada tiene que ver con el tira y afloja o con las susceptibilidades de sus formaciones políticas en competición. El Aznar fascista que reprueba Chávez, hipócritamente no es el mismo Aznar que combaten los socialistas.

Para disminuir la enormidad de la infracción real y transferir su responsabilidad, los periódicos españoles compiten en el terreno de los hipotéticos, lanzando la versión construida en laboratorio, según la cual, Chávez con las elecciones ad portas por el Referéndum Constitucional del 2 de diciembre, necesitaría mantener al tope la flama patriótica para inclinar el si a su favor, es decir, que el encontronazo con el Rey habría sido el resultado de una puesta en escena, un simple cálculo publicitario en busca de rentables beneficios electorales. Si es así, estamos indefectiblemente ante un acto de aguda perspicacia, una jugada magistral que sus adversarios descubren bien y temprano, pero sin querer, pontifican la maniobra, exaltándola al rango de genialidad. Pero aquí, también somos muy imaginativos y de vena hondamente especulativa, por lo tanto, podríamos inferir que la coartada tiene sello del PSOE, porque también están ad portas las elecciones generales del 2 de marzo y los socialistas necesitan vitaminizarse en las canteras del antifascismo versión light, solo que para ellos, el tiro les salió por la culata.

Las cosas en realidad son de otra manera, las cosas son más simples y más comprensibles. Lo que anida en el corazón de Chávez, es un fundado sentimiento de animadversión contra Aznar, Aznar, es el sombrío y poco carismático político español, que ha encontrado una ocupación rentada y altamente rentable, y que, como abanderado de la cruzada universal anti Chávez es el ejecutivo discrecional y con carta blanca para agredirlo en toda circunstancia, es el responsable directo de todas las inmundicias que salen de la cadena norteamericana Fox, del ultra millonario Rupert Murdoch y de todos los sicosociales bombardeados en permanencia en Venezuela y en el mundo, con una clara destinación desestabilizadora y subversiva.

Chávez tiene muchas razones para combatir al embustero ex presidente de los españoles, comenzando por la jubilosa celebración del Partido Popular, cuando este aun se encontraba incomunicado y preso, cuando los embajadores de los Estados Unidos y de España, bajo instrucciones precisas de sus respectivos gobiernos, prepararon el golpe del 2 de abril del 2002, legitimando entre comillas, al golpista Pedro Carmona.

Desde los propios salones del palacio de Miraflores, ambos embajadores difundieron una declaración vomitiva garantizando la desaparición política de Hugo Chávez. Esto se llama simplemente, intromisión directa, escandalosa conjunción de la voluntad y de los designios extranjeros que con el apoyo de los vende patrias locales, escribieron las páginas más negras de la ingerencia y el atropello, a una de las naciones más respetadas de América Latina.

Y ante tales gravísimos hechos, ¿cómo no quieren que los venezolanos no sientan repugnancia por el infinitamente repugnante Aznar?