Paul Tibbets, quien estaba al mando del B-29 en el momento en que se lanzó la bomba atómica, el 6 de agosto de 1945, murió ayer jueves en Estados Unidos a los 92 años de edad.
EFE - 15:14 - 02/11/2007Los sobrevivientes del bombardeo atómico de Hiroshima lamentaron este viernes que el piloto estadounidense del bombardero que arrojó la bomba, y quien murió el jueves, no haya nunca presentado disculpas al pueblo japonés.Paul Tibbets, quien estaba al mando del B-29 en el momento en que se lanzó la bomba atómica, el 6 de agosto de 1945, murió en Estados Unidos a los 92 años de edad.
Alrededor de 140.000 personas - cerca de la mitad de la población de Hiroshima en aquél entonces - murieron en la explosión y otras 80.000 en los meses y años siguientes, debido a los efectos de la radiación o a quemaduras, según autoridades de la ciudad.Estados Unidos jamás presentó disculpas por los bombardeos atómicos de Hiroshima y, tres días más tarde, Nagasaki, los primeros y únicos de la historia, que precipitaron la capitulación de Japón, anunciada el 14 de agosto."Tibbets nunca pidió perdón pretendiendo, como el gobierno de Estados Unidos, que la bomba, al poner fin a la guerra, había salvado a millones de norteamericanos y japoneses", lamenta Nori Tohei, copresidente de la Confederación Japonesa de Organizaciones de Víctimas de las Bombas A y H."Pero me hubiera gustado que visitara Hiroshima y viera de frente lo que hizo", agrega Tohei, de 79 años, quien sobrevivió a la explosión.
"Como soldado siguió órdenes, pero yo hubiera querido que reconociera que fue un error y que pidiera perdón por todos los que murieron y por los que sufrieron las secuelas durante tantos años", dijo.Todo desaparecióPaul Tibbets contó años más tarde la visión apocalíptica que recordaba de Hiroshima tras la explosión.
"La ciudad que habíamos visto tan claramente bajo la luz del día estaba ahora recubierta de una horrible mancha. Todo había desaparecido bajo esa espantosa cobertura de humo y fuego", dijo.Tibbets nunca volvió a Hiroshima, pero recorrió las calles de Nagasaki algunas semanas después del segundo bombardeo, verificando con horror los estragos de la bomba.
"Lo peor que nunca hayan visto", comentó.A su regreso a Estados Unidos, el piloto fue felicitado por el presidente Harry Truman y condecorado.Promovido a general de brigada en 1959, Tibbets dejó el ejército en 1966.
FUENTE: EL NUEVO DIARIO. NICARAGUA