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lunes, 28 de abril de 2008

NACEN LAS MILICIAS APRISTAS DE GARCÍA

(Vira Gasot)

Hemos
ingresado a una etapa incontestable de fascistización colectiva a escala nacional. El Apra instrumentaliza las primeras acciones que irán definiendo el caracter policial del estado y que a nadie le quepan dudas que existe un plan concreto y coherente para arrivar a sus fines de apropiación del poder y acentuación, contra viento y marea, de su política de depredación de nuestras riquezas, en medio de su enfurecida venta de nuestros recursos nacionales al peor postor, sin importarle en absoluto el porvenir de la patria.

Esa política requiere de un Poder judicial sumiso y servil que ya se ha logrado al 100 por ciento, de un Parlamento aztutamente desprestigiado por la mediocridad y la corrupción y, desgastado por el propio ejecutivo, siendo su única utilidad, aquella que se manifiesta en el contexto de su servilismo y cuando se doblega sin chistar, a las disparatadas iniciativas de un presidente desequilibrado y autoritario.

Esa política requiere también de unas fuerzas armadas y policiales, cuyos comandos se repertorian en las páginas amarrillas de la complacencia y de la ausencia testicular, porque permiten la reedición nefasta de los "grupos parapoliciales" y dentro de poco, "paramilitares", que ya han comenzado a actuar con la misma impunidad y, como sus predecesores, se refugian en el limbo donde campean las ausencias de responsabiilidad y de responsables, donde no hay ni partidas de nacimiento ni de defuncion, ni documentos, ni ordenes escritas para inhibir y disuadir al futuro de buscar sus trazas en el vacío.

Se explica entonces el porqué de las redadas inusitadas que buscan artificiales terroristas en los círculos intrelectuales, detenciones arbitrarias contra la ley y contra el sentido y el respeto por la democracia, por la libre circulación de ideas, por el derecho de asociación, este último, innoblemente ultrajado por la falsificación de acusaciones doblemente falaces, en lo que concierne a la límpida actuación del APRODEH. Se explica también el porqué del sobredimensionamiento de las prerrogativas policiales, en cuanto al carácter y a la circunstancia del uso de armas.
Esa política requiere, asi mismo, del apoyo organizado e incondicional de lo que se llama, en el lenguaje aprista "las fuerzas vivas", es decir los vivos como Cipriani, que ultrajan a la religión posicionándola del lado de los anticristianos, de los ricos ricos y de los menos ricos que son los más peligrosos y que constituyen el núcleo de una burgesía antinacional entreguista y antipatriota.

Haya de la Torre, en el paroxismo de sus delirios de "lider continental", acostumbraba dirigirse a sus auditorios disciplinados, a la bufalería enardecida que exultaba de poder y de gloria cuando escuchaban decir al "Jefe", "El día en que tomemos el poder, ese dia será el primero de una larga serie de dias, de meses y de años, hasta llegar al siglo de presencia aprista..."

Los mismos búfalos, ahora con una inmensa dotación económica y presentes en todos los resquicios de la burocracia, darán el salto a la próxima etapa orgánica con su aparición intimidatoria en las plazas y en las calles, en las antesalas de los sindicatos y alli donde necesitan imponer el miedo, para gobernar en toda impunidad. Las milicias apristas han nacido, que a nadie le quepa la menor duda.