Hoy, por la mañana, encontré en el centro de la ciudad, perfumado como siempre de agua “ardiente” a un viejo amigo, o más bien debo decir a un conocido como el prefiere definirse, en función a sus puntos de vista particulares sobre la amistad, en función a la rigurosa jerarquía en cuya cima piramidal reconoce no tener a nadie digno de llamarse, amigo.
X. Malpartida, a quien no he pedido el permiso de citarlo en estas líneas, es un joven pintor con indudable talento y con una endiablada facilidad para sintetizar las cosas a su más mínima expresión.
“siempre hay que buscar en el fondo de las cosas complicadas y eso no es tan complicado, como encontrar ” me dice, mientras comentamos asi, a vuelo de pájaro, el acongojante caso de plagio, que la semana pasada ocupó a los diarios peruanos y españoles, quienes agitaron, compulsivamente, la sonaja del infraganti…y clavaron el dedo acusador, en el centro del corazón del escritor Bryce Echenique, destrozando, de carambola, el nuestro, y sumiéndonos a muchos entre la pena y la incredulidad…
Malpartida, sostiene que el Perú es un pais con aptitud psicológica predispuesta a la podredumbre y a la “trafa”. Hay corrupción en la presidencia, en los ministerios, en los juzgados, en las universidades, dice, ¿y cómo quieres que no haya corrupción en el arte… en la literatura?
Yo tiento la pregunta inevitable…Y…en la pintura, ¿hay corrupción?
Respuesta: “en la pintura, se puede copiar, se puede imitar pero no se llama plagio, se llama mediocridad y si estampas tu nombre, se llama locura.”
-A mí, pueden copiarme, continua diciendo, pero para dar con la tonalidad de mis colores hay que estar borracho, la lucidez a veces es perturbadora y siempre se escapa de la luz…Se refugia en las tinieblas a donde no tenemos acceso… Seguramente, para brillar mejor y con más voluptuosidad en medio de la oscuridad…de nuestra oscuridad…-
- ¿No te contradices un poco?-
-Es posible, los hombres somos alquimia pura de contradicción y de contradicciones… A veces me pregunto, si la vida no es nada más que un ¡punto! Un puto punto donde la creación termina con el hombre, para alcanzar en él la gloria y la destrucción al mismo tiempo…-
-Algunos críticos sugieren clausurar la discusión atribuyendo la culpa a su senilidad y a su alcoholismo…-
-Qué tales cojudos…Que dejen primero pasar el tiempo y que revisen sus escritos…porque si en un maestro se encuentra la mortificación que les revuelve, más humillante será publicar las suyas…Y créeme, las hay a patadas…Finalmente… La vida es gratuita para todos… Solo nos roban lo que se vende…Y en cuanto al alcoholismo, mira estos dos vasos de agua ardiente: uno lleno y el otro vacío, son la geometría de mi sed, sed de aprender un poco más sobre los hombres…-
-Habrá que preguntar a Bryce, entonces.-
-No. Bryce ya contestó
