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jueves, 12 de julio de 2007

FUJIMORI GARCIA: LA MEMORIA DE LOS OLVIDOS

JUEVES 5 DE ABRIL DE 2007
GARCIA FUJIMORI: LOS OLVIDOS DE LA MEMORIA
(Vira Gasot)

Deciamos ayer que,

Resulta muy difícil aceptar que en el Perú, una de las formas corrientes de gobernar, utilice, sistemáticamente, la arraigada creencia inmoral según la cual, el pueblo no tiene memoria, o la tiene demasiado corta.

Es, a partir de esta errática convicción, que los gobiernos se denuncian acerca de sus verdaderas intenciones y muestran el genuino perfil de su carácter, que, como en el caso del gobierno actual, se define anchurosamente en el parapeto de la mentira, de la simulación, de la impostura y del engaño colectivo.

A la ausencia clamorosa de una visión orgánica del conjunto de la sociedad, a la ausencia incomprensible de un mínimo y ordenado plan de gobierno, el Apra, conduce al país con los mismos métodos que, en el pasado, suscitaron la hecatombe económica, la pérdida real de numerosos años de progreso y bienestar y, la tragedia personal de millares de personas que sucumbieron en las garras de la inflación y se obligaron al exilio. Hoy, este gobierno se diferencia y se beneficia de la favorable coyuntura económica internacional, determinada por la insurgencia agresiva de la economía asiática.

Esos métodos, constatables entre los límites visibles de la improvisación y la artimaña presidencial, se extienden disciplinadamente hacia otros corredores menos palaciegos, pero igualmente impreparados, o preparados modestamente y cuya suplencia implica vergonzosamente a la doctrina del chantaje, la promoción del embuste negociado, el maniobreo vil de una “muñeca” artesanal, que solo se irroga componendas nauseabundas a su haber, la inmoralidad de soslayar responsabilidades invocando, tristemente, falsamente, la falta de memoria o a la perdida de la memoria para justificar las mentiras, tan grandes e imponentes como catedrales góticas.

A este valet de movimientos arrítmicos y sin espíritu estético, se suman las contravenciones a la moral, las subastas y rifas entusiastas de la dignidad nacional, sobre la cual se zurran virtualmente, cuando por ejemplo, un Vicepresidente, almirante mayor de la intriga rastrera en los arcanos del secreto militar, aquel que articuló las bandas paramilitares, se rasga las vestiduras porque la justicia lo convoca a declarar, o cuando, olvidándose del reciente pasado vergonzoso que vivió el pais, nombran a un puesto de importancia, “inocentemente”, a un ex Primer Ministro que pertenece y radica en la esfera de la corrupción, aquélla corrupción sangrienta que impresionó al mundo entero por la bajeza demencial de sus métodos, registrados afortunadamente en el video de la conciencia internacional. Ese nombramiento se inscribía, claramente, en la estrategia de preparar psicológicamente a la gente para que se vaya acostumbrando y admita, naturalmente y sin reservas, el matrimonio de conveniencia de intereses entre un sátrapa y otro sátrapa.

Hay, para todo esto, una explicación: García y Fujimori son el sello y cara de una misma falsa moneda, de incipiente valor. Ambos comparten la responsabilidad directa de haber conducido la represión del terrorismo, con los mismos métodos. La factura del ensañamiento y la brutalidad, son similares, corresponde a las mismas manos criminales, que continuaron a disparar cuando sus víctimas invocaban la rendición. Esa es una razón más y de peso suficiente, para admitir de una vez por todas, la existencia literal e innegable de un sólido pacto de sangre que los hermana y
los obliga contra viento y marea. Ahí están sus bancadas parlamentarias que se apoyan y se complementan en un simulacro grosero de independencia, parlamentarios que deberían reflexionar, profundamente, sobre la legitimidad moral de su existencia…

Si hoy, como es predecible, por otro tipo de razones externas en las que se mezclan las amenazas y las presiones nacionales e internacionales, sea muy improbable que la extradición del patrón de los corrompidos se materialice y que, esa extradición se difiera invocando puntualidades jurídicas extravagantes, eso, no querrá decir que ambos delincuentes no sean sujetos pasibles y, cada vez más sospechados por la justicia internacional.

Si no es hoy, será mañana. El tipo de atropellos y brutalidades cometidas contra los derechos del hombre, no son, de ninguna manera, aquellas que la memoria de la historia olvida fácilmente y a la que tarde o temprano, tendrán que responder, cuando estén definitivamente desnudados de toda inmunidad y protección…