(Vira Gasot)
Dos reflexiones interrogativas y otras más, se instalan automáticamente, al momento de confrontar la información sobre los fallidos atentados terroristas en Londres y Glasgow, Inglaterra, al frente de cuya organización, se encuentran nada más ni nada menos, que un grupo de médicos, estudiantes de medicina y otras personas dedicadas a su soporte paramedical, todos de nacionalidad india, y árabe.
La primera reflexión: ¿Es concebible que alguien, o algunos, que habiendo pronunciado el juramento de Hipócrates, que incluye entre otras invocaciones de respeto por el ser humano, aquel que concierne al apostolado de salvar la vida en toda circunstancia, sean, precisamente los que matan después de curar?
La segunda Reflexión: ¿Hay, una relación racional entre el ejercicio de una profesión tan noble como lo es la medicina y los valores político -religiosos del islamismo, cuya ética y moral se sustentan en el terror y en la muerte brutal de inocentes y de personas que no adhieren a sus convicciones?
Creo que hemos ingresado en una especie de corredor que comporta dos trayectos que se frotan, se tocan, pero los que vamos y venimos en sentidos diferentes no nos vemos, no nos comunicamos, solo somos testigos de las deflagraciones de locura, de las muertes innecesarias que se producen en cualquier lado de ese mutuo corredor de visibilidades, invisibles a la razón, y es inevitable preguntarnos ¿porqué?
El número dos de Al-Qaeda, el jefe operacional de Osama Ben Laden, el egipcio Ayman-Al Zahuahiri, es médico. ¿Es esta una referencia que puede explicar la notoria incorporación de otros profesionales árabes como químicos, ingenieros, arquitectos y otros, en la cruzada ciega contra occidente, contra sus religiones y contra sus estilos de vida que detestan y a los cuales se permiten juzgar como decadentes y no sujetos a los mandamientos del Islam?
Al-Zahuahiri, viene de mostrarse hoy, en un video de 95 minutos de duración, realizado por Al-Zahab, una de las redes mediáticas de Ben Laden y en su largo discurso encontramos una abrumadora síntesis de odio, que el propone aplicar a través de una estrategia que comporta dos fases: a corto plazo, dice, “hay que golpear muy fuerte a todos los intereses de los cruzados (católicos) y de los judíos… a largo plazo, hay que obrar seriamente en el sentido de cambiar los regimenes corruptos y corruptores, haciendo alusión a Arabia Saudita y a Egipto. Sus diatribas contra el occidente, en particular contra los paises que han “participado” en el actual estado en el que se encuentra Palestina y en la guerra de Irak, exigen de los “mujaidines” una nueva guerra santa, más beligerante y más sangrienta.
¿Cómo es posible que habiendo hecho largos estudios en el pais que los recibe, generalmente con calificaciones brillantes y siendo algunos de estos estudiantes, nacidos de una primera y segunda generación de emigrantes, asumen ciegamente estas tesis infernales y no asumen la integración y el respeto por la sociedad que los ha educado, pasando ha engrosar, sin ambages ni ambigüedades, los movimientos terroristas armados?
Todos los sospechosos detenidos en Inglaterra, pertenecen a las profesiones de la salud y el octavo, susceptible de pertenecer al grupo terrorista es también un medico, detenido ayer en Australia, Todo hace suponer que se trata de una infiltración bien programada en el medio de la salud Inglés, lo cual, como es lógico, ha generado una enorme preocupación en la sociedad británica, y lo cual, como también es lógico, genera en nosotros otra tanda de interrogaciones, esta vez, del otro lado de la barrera…
Los paises que han aceptado un alta emigración de ciudadanos confesos al Islam, sean estos radicales o moderados, ¿han adoptado medidas eficaces para provocar una integración armoniosa y respetuosa de las mutuas tradiciones históricas y culturales no concomitantes y, sobre todo, han preparado a sus poblaciones sicológicamente para contrarrestar el rasismo y la xenofobia emergente, en todos los sectores sociales, sean estos altos o bajos y que se desprenden y activan, generalmente a partir de una falsa concepción sobre la disponibilidad del empleo y de su apropiación por los “extranjeros”, en los ámbitos profesionales y no profesionales?
Si observamos las estadísticas muy atentamente, veremos que los paises subdesarrollados, son los principales proveedores de materia gris, en materia de medicina, lo que nos inquieta al constatar que los enormes esfuerzos económicos de los paises pobres, en el aspecto de la formación universitaria, son inútiles, porque sus cerebros, los más destacados parten inexorablemente al exterior.
Sobre un total de 240 mil médicos en Inglaterra, 90,000 han obtenido su título en el extranjero. ¡Casi el 40 %! La gran Bretaña cuenta, únicamente en médicos de nacionalidad hindú, con 27,558 y siguiendo en el orden, con 8,188 sud- africanos, 6,634 pakistaneses, 1,985 irakianos, 565 sirios, 488 iraníes y 184 jordanos.
Estos datos han sido proporcionados por el General Medical Council y los datos proporcionados por la Orden de Médicos Ingleses,
difiere, en cuanto a las cifras publicadas ayer por el diario “El País”, según las cuales, sobre un total de 277,000 facultativos, 198,000 se han formado en el extranjero.
A ustedes el turno de reflexionar
