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lunes, 16 de julio de 2007

¡LIBEREN A JAVIER DIEZ CANSECO, EN EL ACTO!

SUTEP: LA AGRESIVIDAD Y LA MENTIRA, ETERNOS MÉTODOS DEL APRA

(Vira Gasot)

Cuando, un Presidente de la República, cuyas fronteras electorales se establecen en el 20 % aproximado como las del Doctor García, quien fue elegido mayoritariamente, por la confluencia inesperada de factores políticos ajenos a una real implantación en las masas electorales, su legitimidad, técnica y moralmente hablando, es restringida.

Las condiciones que heredó para salir de este zócalo de inferioridad, la excelente situación económica a partir de la cual bien pudo inaugurar un primer año de gobierno aceptable, no han servido para inclinar a su favor la efervescencia y el apoyo de las masas, al contrario, las masas le dan la espalda, hasta con la modesta violencia de algunas piedras, violencia que censura indignada la prensa basura, amarillenta de diatribas y purulencias del estilo de“Correo”, violencia que no puede combatir, sin embargo, con la inmensa violencia de un estado que defiende el gran capital, como método e ideología gubernamental y que también se expresa en la violencia provocadora de estas cifras alarmantes: Del lado de la rentabilidad empresarial, incremento sustancial en los alrededores del 35, 40 % a junio de este año. Del lado de los salariados, desde la llegada del Apra al poder, el mínimo vital se estacionó en ¡500 soles!

Son, sin duda, los agitadores con sus discursos de un marxismo decadente y pasado de moda, los que azuzan para manipular las protestas, los que empujan a no aceptar la perpetuación de la explotación cotidiana que se agiganta, al mismo ritmo que se agigantan las cifras de la bonanza económica, que el presidente y sus aláteres cacarean y pontifican sin fallo.

De ese malentendido de legitimidad total, parten todos los excesos del Doctor García, de los excesos verbales hasta los excesos lamentables de sus medidas gubernamentales. Su manía de instrumentar la agresividad, impropia de un Jefe de Estado, lo ha llevado a insultar gravemente, como si tuviera deficiencias sicológicas mayores de reafirmación de la personalidad, o como si quisiera herir de muerte, en este caso, a los dirigentes del SUTEP, por haberse atrevido a cuestionar, legítimamente, una Ley plagada de incoherencias y que no les concierne.

Esa agresividad presidencial, sólo puede definirse a partir de una voluntariosa acometividad que parapeta, clamorosas Intenciones de provocación y ataque, que logra poner en evidencia, la imposición obligatoria de una imagen de superioridad que comienza a desmoronarse y que, a partir de sus iras incontenibles o de sus gritos esterentoreos y desgañitados, pretende, equívocamente, recuperar el terreno que velozmente pierde en la apreciación general.

Para completar la orfandad de un verdadero estilo, sensato y abierto a la discusión democrática que carece el actual gobierno (no como sus publicitadas demandas de participación, entre otros, a la prensa, que también enterró y abandonó), sus inmediatos colaboradores y el propio presidente en persona, practican el injurioso arte, del doble cañón, de la doble escopeta, de la doble moral, de la doble medida para juzgar las cosas o las personas, según se trate de apristas o de los otros, según se trate de Canchayas o de Benítez.

Hoy, por ejemplo, ante el anuncio de la continuación de la huelga del SUTEP, salen dos líderes con dos escopetas distintas: El primero, o la primera parlamentaria, invoca a los huelguistas a sentarse inmediatamente en la mesa de discusiones para afrontar los diferendos. El segundo, el Ministro Chang, niega toda posibilidad de discusión, si antes no se levanta la huelga. ¿Es esa la dialéctica política que se preconiza para hacer avanzar las cosas?

Y a ustedes, qué les parece…

¡LIBEREN A JAVIER DIEZ CANSECO, INMEDIATAMENTE!