(Vira Gasot)
La Comisión Británica por la Igualdad Racial, ha juzgado racista el álbum, “Tintín en el Congo” y a partir de hoy, lo ha prohibido para los menores de 18 años. Lo curioso de esta prohibición, es que uno de los miembros de dicha comisión, el abogado David Enright, descubrió por casualidad esta banda dibujada, cuando se hallaba de compras en una gran superficie comercial.
Inmediatamente, entonces, concluyó que este álbum contiene la sugerencia inaceptable según la cual, los Africanos son sub-hombres, inbéciles y a mitad salvajes, que según el, justifica la colonización belga, que consideraba a los congoleses como un pueblo de “naifs”, visión dominante de la mayor parte de los europeos en los Años 30, y que en cuyo nombre, se han perpetrado las más inconfesables explotaciones y depredaciones de los recursos naturales de ese bello pais africano.
El 27 de mayo último, aniversario del centenario de “Herge”, célebre creador de Tintín, publicábamos un extenso comentario sobre la vida y milagros de Georges Remi, que pueden releerlo en el archivo del mes de mayo de este Blog y que nos valió una que otra reacción airada, que no tuvimos ocasión de responder, porque las leímos muy tarde en nuestro correo electrónico, cuando la dictadura de la actualidad había convocado otros temas.
Hoy, que el célebre reportero regresa a la escena, con una noticia inesperada, me permito "sacar la lengua" a mis detractores (que son amigos) y que me acusan de politizarlo todo, para decirles que yo tenía un poco de razón…cuando decíamos…
"Del lado de las acusaciones políticas, los dardos certeros sobre su racismo latente en su álbum sobre el Congo, no carecen de argumentación, aunque sus finos conocedores como Benoît Peeters, el tintinologo y Hegeografo más ilustre de todos, les acuerde el rango de simplistas o como cuando recusa los parangones con Céline o Brasillach, en el antisemitismo manifestó en “L’ Etoile Mystérieuse”.llamándolos disparatados…
De nuestro lado, diremos modestamente y sinceramente, que la mayoría de sus álbums salvo los dos últimos, incomprensiblemente mediocres, siempre nos han exigido un tiempecito para volver a releer, a pesar de su candidez, a pesar de nuestras certitudes fraguadas en la observación y que efectivamente, Tintín nos devuelven de ciertos pueblos no occidentales que visita, una imagen de servilismo, una mentalidad que confunde la simplicidad (no simplona) y la gentileza de los nativos, con una caricatura que bordea la estupidez, o cuando sus personajes asnados que llegan a la maldad y a la ingratitud, requieren de la mano dura del “blanco” que les ha traído la “civilización” y, que por lo tanto, merecen un correctivo aleccionador…"
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