(Vira Gasot)
En estos mismos instantes, la euforia recorre las principales ciudades europeas, envolviendo las espaldas de miles de kosovares con su rojo pabellón y su bicéfala águila en medio, mientras que, los corazones al tope, se envuelven de emocionado patriotismo que se expresa entre lágrimas y danzas circulares, al son de tambores bombos y acordeones que no dejan indiferente a nadie:
¡Kosovo es libre, viva la libertad! gritan desde el fondo de las gargantas, jóvenes y viejos, mientras el ulular de los cláxones se alterna con las sirenas policiales preventivas, en los centros urbanos de esta vieja Europa que ha asumido el reto de triunfar o perecer, en esta primera aventura de invertir todo su peso y todo su prestigio en el proceso de independencia.
Este domingo por la tarde, los albaneses kosovares han realizado el sueño de muchas generaciones con la proclamación de su independencia nacional en el Parlamento, convirtiendo a la antigua provincia sureña de Serbia, de mayoría albanesa, en un pais libre e independiente: “A partir de este momento, Kosovo cambia de posición política, ahora somos un Estado independiente libre y soberano” fueron las emocionadas palabras del Presidente del Parlamento, Señor Jakup Krasiniqui, después de haberse votado la “declaración de Independencia” que fue leída por el primer ministro, Señor Hashim Thaci, correspondiendo al Primer Presidente Kosovar, Señor Fatmir Sejdiu, solicitar “a todos los países del mundo”, a que reconozcan la independencia de Kosovo.
Asi, la humanidad conoce un nuevo capítulo de la historia tormentosa y dramática de esa región, sin que los sones de la euforia alcancen a Belgrado, quienes se oponen resueltamente, junto con el 10% de serbios del nuevo estado, a todo veleidad independentista que ellos consideran ilegal y a la que se opondrán con todas las medidas diplomáticas, políticas económicas del caso, y para lo cual, cuentan con el sostén incondicional de los rusos, que ya se pronunciaron hace algunas horas obteniendo la aprobación para realización, esta misma noche, de una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU.
La proclamación de la independencia de Kosovo, es hasta hoy, la última etapa del proceso de desmantelamiento de las seis Repúblicas de la Yugoslavia del Mariscal Tito. La Eslovenia, la Croacia, la Macedonia, Bosnia Hasegovina y Montenegro, han declarado su independencia después de 1991, y es de esperar que este episodio no promueva una nueva ruptura en el precario equilibrio de la estabilidad balcánica, ahora que los serbios tocan la puerta de la Unión Europea y deberán probar su vocación por la unión y por la paz.
En nuestra próxima conversación, dentro de algunas horas, les avanzaré algunos extractos de la declaración de independencia
En estos mismos instantes, la euforia recorre las principales ciudades europeas, envolviendo las espaldas de miles de kosovares con su rojo pabellón y su bicéfala águila en medio, mientras que, los corazones al tope, se envuelven de emocionado patriotismo que se expresa entre lágrimas y danzas circulares, al son de tambores bombos y acordeones que no dejan indiferente a nadie:
¡Kosovo es libre, viva la libertad! gritan desde el fondo de las gargantas, jóvenes y viejos, mientras el ulular de los cláxones se alterna con las sirenas policiales preventivas, en los centros urbanos de esta vieja Europa que ha asumido el reto de triunfar o perecer, en esta primera aventura de invertir todo su peso y todo su prestigio en el proceso de independencia.
Este domingo por la tarde, los albaneses kosovares han realizado el sueño de muchas generaciones con la proclamación de su independencia nacional en el Parlamento, convirtiendo a la antigua provincia sureña de Serbia, de mayoría albanesa, en un pais libre e independiente: “A partir de este momento, Kosovo cambia de posición política, ahora somos un Estado independiente libre y soberano” fueron las emocionadas palabras del Presidente del Parlamento, Señor Jakup Krasiniqui, después de haberse votado la “declaración de Independencia” que fue leída por el primer ministro, Señor Hashim Thaci, correspondiendo al Primer Presidente Kosovar, Señor Fatmir Sejdiu, solicitar “a todos los países del mundo”, a que reconozcan la independencia de Kosovo.
Asi, la humanidad conoce un nuevo capítulo de la historia tormentosa y dramática de esa región, sin que los sones de la euforia alcancen a Belgrado, quienes se oponen resueltamente, junto con el 10% de serbios del nuevo estado, a todo veleidad independentista que ellos consideran ilegal y a la que se opondrán con todas las medidas diplomáticas, políticas económicas del caso, y para lo cual, cuentan con el sostén incondicional de los rusos, que ya se pronunciaron hace algunas horas obteniendo la aprobación para realización, esta misma noche, de una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU.
La proclamación de la independencia de Kosovo, es hasta hoy, la última etapa del proceso de desmantelamiento de las seis Repúblicas de la Yugoslavia del Mariscal Tito. La Eslovenia, la Croacia, la Macedonia, Bosnia Hasegovina y Montenegro, han declarado su independencia después de 1991, y es de esperar que este episodio no promueva una nueva ruptura en el precario equilibrio de la estabilidad balcánica, ahora que los serbios tocan la puerta de la Unión Europea y deberán probar su vocación por la unión y por la paz.
En nuestra próxima conversación, dentro de algunas horas, les avanzaré algunos extractos de la declaración de independencia
