publizida.es

miércoles, 14 de mayo de 2008

CUMBRES O COPETES DE CARNAVAL

(Vira gasot)
...A veces, cuesta trabajo creer en la candorosidad de algunas gentes bien intencionadas que encuentran rebuscadas razones para justicar sus interminables elogios a las "cumbres". Esas personas, o bien son el remanente mojigato de un complejo de inocencia, o bien por el contrario, se apropian de la lexicología a la moda, para escalar su propia cumbre, aquella que conduce rápidamente a la notoriedad y al éxito, con sus análisis sobones, huevones, de huevonadas insulsas y por las huevas.

A partir de sus panegíricos torvos, en el sentido de “terribles”, hacen al costado de la basinica en lo que en verdad significan esos entuertos ultrajantes a la dignidad de los pueblos, que denominan “cumbres”.

Generalmente, las “cumbres” son organizadas por los encumbrados, por los que se encuentran en la cima, sin que los anfitriones tengan otro papel que ese, el de ser anfitriones calatos antes, y generalmente más calatos y desamparados después, por lo que, además y dada nuestra idiosincrasia de muertos de hambre, hasta exigiremos que se anote en letras doradas, en el combativo capítulo de las conclusiones, nuestro apoyo “solidario” para la realización de la próxima cumbre, a efectuarse generalmente también, en otro país muerto de hambre. Y…mientras tanto, las políticas de lucha contra la pobreza, el medio ambiente y el ambiente de miedo que reina en nuestro país, son cantos desesperados a la bandera, ondulante de indiferencia…

De las cuatro o cinco cumbres precedentes ALC-UE, dígame ¿cuántos milímetros hemos avanzado, salvo en términos declarativos, en una relación de intercambios positivos con el viejo continente? ¿ Hay algo de concreto que justifique el desembolso de sumas astronómicas consagradas a su realización?


Felizmente que existen las cumbres de los pueblos y en definitiva, son ellas las que permiten resaltar y hacer hablar mucho en el extranjero, de las “cumbres” oficiales.