(Vira Gasot)
Hoy, nos interesamos a Paul Wolfowitz, que viene de arrojar, después del show montado de sus calcetines agujereados, en Turquía, una nueva media en la cual ha introducido un papel arrugado del periódico New York Times, con la siguiente información que no nos extraña, detrás de su apariencia inocente, de joven viejo, o viejo joven con aires de intelectual inofensivo, y a donde se esconde una de las personalidades más sucias desde el punto de vista moral y ético. Un hombre que sin duda, vive los últimos años dorados de una relativa tranquilidad, antes de responder a mediano plazo, ante la justicia internacional que ha comenzado ya, ha interesarse serenamente, sobre su nauseabunda trayectoria.
Esa convocatoria ineluctable de la justicia, alcanzará a muchos de sus amigotes, mentores y condiscípulos. Hoy, en el ejercicio de un poder que se restringe, como el del iluminado Geoges Bush y, en la clandestinidad activa, que se ensancha y, desde donde continua ha despachar, el siniestro Donald Rumsfeld, Jinete gris del apocalipsis en Irak. Y otros.
Este tríptico de sátrapas modernos, instigadores directos de una de las catástrofes más grandes que enlutan al mundo y que avergüenzan la conciencia universal, son los artífices miserables de una teoría satánica y bestial, que aplicaron impunemente y que todavía exhala sus fumantes piras y teas, en el holocausto que viven la injusticia del desamparo y la obligación de la muerte, abusivamente impuestas por la aberración y la locura, contra el pueblo de Irak.
A Wolfowitz corresponde esta frase, pronunciada en el frenesí del desvarío: “Estoy razonablemente seguro que los irakíes nos recibirán como liberadores…”
La triste realidad que sin mitigar su propia extrañeza, ha desmentido la embriaguez enajenada de esta alucinación, he aquí el resultado incompleto y no exhaustivo de la aventura de los neoconservadores, cuya ideología de aberraciones esenciales contra la dignidad del hombre y el Estado de Derecho y finalmente la misma democracia, ha provocado:
650.000 mil muertos en total desde el comienzo del conflicto armado. Cerca de 4.000 muertos y no lejos de 24.000 mutilados del lado de los invasores.
2 millones de exilados en los paises vecinos. 1 millón de civiles, demasiado pobres y sin capacidad de desplazamiento, concentrados como sardinas en tiendas de campaña y en refugios miserables, sin abastecimiento puntual en agua y alimentos.
¡500 mil millones de millones de dólares! volatilizados, cremados para nada y hoy en los bolsillos de Halliburton, Bechtel, Blakwater y otros, es decir, en los bolsillos de las empresas afines al clan Bush y Cheney y otras empresas retribuidas por reconstruir el pais y restaurar la industria petrolera, que según ellos, debía inundar el mercado en proporciones oceánicas.
Hoy, en materia de petróleo, decenas de pozos abandonados a la inseguridad, la modernización prometida, inexistente, la extracción del petróleo es inferior que aquella que se obtenía durante el gobierno de Saddam Hussein.
La población ha sido globalmente empobrecida hacia niveles alarmantes, la mortalidad infantil se ha triplicado proporcionalmente, en relación a las estadísticas de hace 10 años.
El paro laboral alcanza cifras que van desde el 40 hasta el 60% según las regiones, la industria incipiente destruida, el comercio reducido al trueque, la infraestructura de comunicación destruida. La aparición de una criminalidad brutal, presta a todo por unos cuantos céntimos, criminalidad hasta entonces desconocida. La aparición de inmensas bandas de rateros, kipnaperos, niños mendigos que erran y desvalijan los basureros, hospitales sin medicamentos, en breve, la más terrible desolación y abandono.
“Después de Saddam Hussein, vendrá el turno de otros dictadores del Medio Oriente. Nosotros implantaremos la democracia y la libre empresa por todo lado en Irak y eso hara una inmensa bola de nieve. Nosotros apoyaremos a los que se oponen a los autócratas y exigiremos elecciones libres en todo el mundo árabe…La seguridad de nuestro aliado, Israel, saldrá reforzada al máximo…”
Hoy en dia, la impulsión de la política nuclear de Irán hace sentir la amenaza y el miedo en su aliado. Los paises del llamado “eje del mal”, son cortejados y hasta se prevé una conferencia de alto nivel para inmiscuirlos en la pacificación que Bush no puede asegurar, a pesar de los refuerzos militares y el despligue monumental de nuevos medios de represión y guerra.
La catástrofe es total. El resultado de la invasión se manifiesta negativamente en todos demás paises árabes, cuyas poblaciones no entienden de diferencias entre pueblos y gobiernos y acusan, condenan y combaten a muerte, todo símbolo proveniente de América.
Si algo se ha ganado en esta abominable aventura, es el odio contra América y por extensión contra el occidente. En suma, los artífices del desarrollo cada vez más inquietante de Al Qaeda, hoy en Maruecos y con una rara violencia en Argelia, son los inspiradores de la doctrina neoconservadora, su estupidez y su ceguera son responsables de los atentados que se han producido y que, sin duda, continuarán a producirse.
En breve,las más débiles democracias árabes, amenazadas de muerte, a breve plazo.
Después de la victoria demócrata, Wolfowitz fue penosamente instalado en el comando del Banco Mundial, para ocuparse ahora, de la suerte de los pobres de la tierra.
Decenas de conflictos se han producido desde entonces, ante la renuencia de la mayor parte de los 13 mil empleados que laboran en esa institución, los mismos que nunca han aceptado su nominación y tenían razón, porque hasta ahí, ha llegado el mal ejemplo y la distorsión moral, de este personaje. El papel arrugado del que hablábamos, daba cuenta pormenorizada de una desición suya que, acordaba irreglamentariamente a su amante y secretaria, un sueldo anual superior a 190 mil dólares. Es decir, más del doble de lo que gana Condolezza Rice…