Los entretelones que precedieron a guerra de Irak, han comenzado a desembobinarse lentamente para dejar traslucir la pérfida actitud de los actores mayores de este drama, que a la lectura del publicitado libro de George Tenet, el ex director de la tenebrosa CIA, los pelos se nos ponen de punta cuando nos enteramos que una decisión de la más alta importancia, como fue, la decisión americana de invadir, militarmente a ese inmenso país árabe, fue tomada con absoluta irresponsabilidad o más bien, con la insensatez propia y deliberada de una banda de estudiantes primarios que, durante la recreación, conciben un inconciente y maquiavélico plan de ataque, basado en fantasías y mentiras…pero de verdad…y con cueldad arrogante…
En sus memorias “At the Center of the Storm”, Tenet, nos preguntamos, ¿desarrolla una venganza personal, por las condiciones vergonzosas en las que abandonó la Agencia Central de Inteligencia norteamericana, después de haberla dirigido durante siete años?
Parece que no, aunque ciertos pasajes hay que leerlos con lupa. Los personajes ciáticos están todos minados y contaminados por el síndrome del agente 007 y a este, le han hecho falta casi tres años, dia por dia, desde junio del 2004, cuando dimitió de sus funciones (intuyendo que era la cabeza de turco ideal para cargar con la culpa del chasco iraquí), para regresar a la escena política, este 30 de abril, con la publicación de un explosivo manojo de llaves clave, que abren las puertas traseras del complot gubernamental de la administración Bush, contra Saddam Hussein, destapando los pestilentes secretos de la infamia, que envuelven, desde el propio Bush y Cheney, naturalmente, hasta Condolezza Rice, pasando por los halcones que como Wolfowitz, hoy están en la picota de la reprobación universal.
En el año 2002, Tenet garantiza al Presidente Bush la certeza de “existir” un potente arsenal de armas de destrucción masiva en posesión de Hussein, según la versión de otro libro de destapes políticos en USA, escrito por el célebre Bob Woodward. Hoy, Tenet, afirma que el belicismo de la administración Bush data de mucho tiempo atrás y que los preparativos se remontan al mes de febrero del 2001. Preparativos anormales que exceptúan toda sujeción seria a la realidad y a la verdad, porque están dominados por la obsesión ciega de atacar y castigar Irak, a cualquier precio, partiendo de la falsa premisa que consistía en suponer, o dar como cierta, la relación Irak -Al Qaeda.
Relación inexistente y descabellada en ese momento, por la simple oposición del laicismo de Hussein y el Islamismo religioso de Bin Laden, a quien en otro contexto, acusa de haber introducido el arma nuclear en territorio americano y su activación, “dependería”, de una orden directa del Jefe de Al Qaeda. En suma, los destapes y la ira duramente contenidas de Tenet, contra el Vicepresidente Cheney, llegan a acusarlo violentamente de patrocinar la responsabilidad de este fandango de mentiras, mentiras que se complementan con otras, como aquellas que atribuyen a Sadam Hussein de haber hecho numerosas tentativas para procurarse uranio, en Nigeria. Tenet, imputa a Cheney también, su fijacion por el control de las comunicaciones telefónicas y los e-mails, acusándolo de exigir más intervención electrónica a la NSA (National Security Agency)
En lo que concierne a las torturas practicadas por la CIA, contra los sospechosos de pertenecer a Al qaeda, en sus prisiones secretas,Tenet falta a la verdad cuando publicita su libro, que ya le ha procurado 4 millones de dólares. Este personaje, también abominable, sostiene que la CIA no tortura jamás, que sus técnicas ahora son modernas y que se encuentran sobre un “nuevo terreno en el plan moral y legal”
Declaraciones desde todo punto de vista mentirosas si se confrontan a las declaraciones de la víctimas que probaron su inocencia y que cuentan los métodos que se emplean corrientemente, como el “waterboarding” (el submarino), método cruel que consiste en hacer creer al prisionero que lo están ahogando. A todo esto, Tenet, llama “técnicas de interrogación mejoradas”
Para terminar, este libro de casi 600 páginas, aborda en general las anécdotas liberticidas del oscuro clan Bush, con más o menos una cierta coherencia, logrando explicar el porqué y el cómo de muchas preguntas que nos hicimos todos, durante los efluvios de la invasión, que tanto deleito a las extrañas afecciones querreristas de los americanos. El libro, no dice sin embargo, lo más importante, ¿porqué se hizo esta guerra? Por cuales intereses económicos y quienes son los grandes beneficiados. ..
¿Quién me enlaza?