Mientras, el nuevo presidente de la V República francesa, se dirigía a la nación, decenas de vehículos ardían en el centro de algunas de las principales ciudades, como Marsella, Toulouse, Lyón, Nantes y Rennes. En París, la primera bomba lacrimógena de la era Zarkosiana estallaba en la Bastilla, plaza mítica reservada por consenso a la Izquierda, desbaratando la protesta colérica de algunos sectores juveniles politizados y ligados a la izquierda radical y al anarquismo. Esta explosión de descontento y amargura, no tanto por la derrota de la candidata socialista, Ségolène Royal, sino por la victoria de quien consideran como fascista al candidato triunfante de la derecha, Nicolas Sarkozy, no empañó la explosión de júbilo de las huestes del vencedor.
Los disturbios callejeros que se produjeron en las dos noches anteriores, han sido reprimidos con una rara violencia policial; la primera de las victimas no pudo levantarse del suelo y fue conducido de urgencia por la policía al hospital más próximo. Se desconoce su estado y su identidad. Hay que recordar que quien mandará en las riendas del Estado, es ahora su viejo y tremebundo patrón, el ex policía “número uno” de Francia, quien fue, hasta hace poco, temido, incontestado e incontestable Ministro del Interior.
Contrariamente a lo que se temía, los suburbios parisinos que en el 2005 protagonizaron los enfrentamientos incontrolables contra la fuerza pública, prendiendo fuego indistintamente a todo vehículo y sembrando el terror en las poblaciones marginales, se mantuvieron esta noche, entre la tristeza y la serenidad analítica, en el examen de las cusas profundas de la derrota de la candidata socialista, por quien se supone que hayan, mayoritariamente votado. No han sido ellos los actores furtivos de estas dos últimas noches de violencia. No, no ha sido la “escoria” de sucios árabes musulmanes, ni “beurres” (mestizos) como lo pretenden ciertos desinformadores groseros. Por el contrario, entre los arrestados se encuentra un estudiante colombiano a quien un policía le dijo: “si no te calmas, me tiro a tu madre…” (Liberation).
Noches pletóricas de emociones y de símbolos también, cerca de la Bastilla, en la Plaza de la Concordia a la que agregamos, y… Fraternidad Partidaria, Sarkozy sube al estrado a donde una decena de vedettes populares de la canción y del espectáculo, lo reciben entre aclamaciones, canciones y euforia inenarrables. Ahí está el viejo Elvis Presley francés recientemente nacionalizado belga, Jonny Halliday, con su extraordinario don de la ubicuidad, el mismo que abandonó Francia por escapar en Suiza de la tributación fiscal y que piensa retornar porque “sarko” le ha prometido modificar la ley…todo un símbolo.
Ahí están todos lo íntimos íntimos reunidos, después del baño de muchedumbres, en el Fouquet, restaurante de altísimo lujo y gastronomía de ensueño, entre Champagne, caviar verdadero y “huitres” departiendo las últimas horas con el Jefe, porque al dia siguiente, muy temprano, se embarcará en un magnífico y ostentatorio yate privado de 60 metros de eslora, puesto a su disposición por un capitán de la industria francesa. Partirá solo con su familia, a descansar algunos dias y pensar en quién será su nuevo Primer Ministro. La destinación es secreta y todos juran no revelar, pero todo el mundo sabe que se trata de Malta…y todo el mundo sabe también, que el Primer Ministro será François Fillon, su Jefe de Campaña…todo un símbolo.
Sus primeras declaraciones como presidente, tienen efectivamente el acento pausado y grave de quien sostiene sobre la espalda una inmensa responsabilidad, lo cual es cierto, pero la impostación incierta. Ahora, responde, “soy un hombre solitario, he tenido que romper con mi entorno, porque un presidente (con solemnidad) no puede ser el presidente de un clan…” Todo un símbolo.
Sarkozy entrará finalmente a Paris en la noche del miércoles, para asistir a la ceremonia de abolición de la esclavitud…Todo un símbolo.
ANÁLISIS PROVISORIO
El genio de François Miterrand para hacer ganar a una izquierda estructuralmente minoritaria, no estuvo presente en estas elecciones del 2007. Ni en la estrategia de campaña ni en su conducción. El genio de Miterrand y su mano dura, tampoco estuvieron presentes para mantener a raya, al individualismo y la ambición desmedida de los barones y jerarcas del Partido socialista, quienes padecen desde siempre, de esas enfermedades infantiles que se manifiestan cruelmente en la vejez.
Un presidente de derecha reemplazara a otro presidente de derecha. La obra del que deja el poder es indetectable, invisible. Si ella existe, ella se pierde en los vericuetos de la vacuidad y de la intrascendencia.
Cinco años volatilizados en los confines de la improvisación, en la parálisis creracional y en el inmovilismo internacional de su política exterior. Una degradación imparable con repercusiones sociales graves, una economía que se salva por la ventajosa coyuntura internacional, pero que aqueja rojos ostensibles en el crecimiento, en la deuda externa y en la exportación.
Un estado psicológico próximo de la depresión colectiva, en breve, un conjunto de condiciones ideales y “maduras” para una alternancia diferente, que el partido socialista no ha sabido explotar ni oponer entre el disímil mosaico de 12 candidaturas que aritméticamente, acuerdan a la familia de la derecha, un 60 % global y el 40% restante a la familia de la izquierda.
Matemáticamente, Francia pertenece a la derecha desde hace 15 años, 15 que harán 20 al término del mandato que comienza hoy. Objetivamente, la izquierda no ha crecido. La izquierda retrocede. Esa es la verdad. Esa es la dura realidad.
Desde las Primarias, los destinos de ambos candidatos estuvieron sembrados de incógnitas y jalonados de ambiciones intempestivas de sus rivales. Para Sarkozy, llegar hasta la presidencia del partido inventado por su mentor, Jacques Chirac, ha comportado una serie de proezas personales, de maniobras audaces, de travesías del desierto a nado, imponiendo poco a poco su personalidad contradictoria, es verdad, arrolladora y fogosa pero también, sumisa a las tentaciones de la traición, para llegar y conservar el poder.
Cuántas veces Sarkozy engañó y se burló de quien fue su maestro y padre adoptivo y cuántas veces éste, fingió fingir de ignorar las terribles ambiciones viscerales de su protegido, en un juego malsano de hipocresías palaciegas y de intrigas graves, que la opinión pública conoció espeluznada, como el affaire claersterman y otros. Lentamente, pero con la certitud inquebrantable desde la adolescencia, de llegar a ser el Presidente de todos los Franceses, Sarkozy transgredió normas éticas partidarias, hasta dejar al mismísimo Chirac en el banco de los suplentes, luego de unas primarias que lo ungieron a la casi unanimidad, arrollando las aspiraciones releeleccionistas de su mentor. Chirac lo ha perdonado, por razones de unidad familiar, pero no olvida, sobre todo, la gran traición de Sarkozy cuando éste lo abandonó, públicamente, por el candidato Balladur, su rival político de siempre.
Ségolène Royal, también sufrió en carne propia los apetitos incontrolables de una jerarquía socialista de viejo cuño, que no vaciló en emplear los viejos métodos político partidarios de liquidación, al puro estilo estalinista. El apoyo a la vencedora de las elecciones primarias, se expresó de labios para afuera, escondiendo la procesión de la cólera por dentro, sobre todo, porque la elegida no pertenecía al “clan” y lo que es más grave aún, porque se trataba de una mujer. Imposible de creer, pero es cierto, que muchos de los jerarcas, se burlaron de ella, sobrepasando la rigurosa ignominia, del propósito machista.
Estos contratiempos inesperados jalonaron la campaña de la Royal, en un marco de aislamiento total. Su comité de campaña no procedía de los registros partidarios clásicos y su actuación se produjo al margen del partido, al punto que el mismo secretario general y compañero sentimental de la candidata, no tenía acceso a los locales de su cuartel general y mucho menos a su programa cotidiano, lo que produjo descoordinaciones y malentendidos lamentables, en breve, Ségolène tubo que batirse sola, con una energía fuera de lo común en el aspecto físico, y con un programa, ciertamente innovador y atractivo por sus aperturas participacionistas en el aspecto político, pero insuficiente en experiencia…
Francia ha dado también un impulso meritorio a los esfuerzos de François Bayrou, por organizar y constituir un Centro activo y determinante. De hecho, sus electores se han mostrado, matemáticamente centrales y políticamente, genuinos centristas, al haber dividido en partes iguales, su voto para la socialista y el conservador. Los reclamos de un Centro fuerte han sido entendidos por Bayrou, pero pensamos que no debe confiar tan optimistamente en el resultado de las elecciones, como referencia de capital partidario, porque esta probado que las elecciones a donde se presenta una opción nueva, esta seduce en el momento electoral, sin llegar a calar, necesariamente, en la convicción…Hay mucho trabajo y mucho pan que rebanar…
En el aspecto de la propuesta política, sometida a los franceses por ambos candidatos, la de Sarkozy, se encuadra en un liberalismo de derecha
que funda sus raíces en la experiencia de Reganiano tacherista, de liberación total de la economía y de restricción del gasto público en materia social y, bajo el nombre de “método para desarrollar y progresar” es, la opción que Francia ha escogido, en desmedro de otro liberalismo participacionista de corte social demócrata, con fuerte incidencia social.
Nada nos permite juzgar a estas alturas la política que se pondrá en práctica, todo dependerá del nuevo Primer Ministro cuyas orientaciones oficiales todavía no conocemos aunque, en el plano internacional, el que será de exclusivo dominio del Presidente Sarkozy, podemos avanzar algunos comentarios, sobre la base de declaraciones oficiales preelectorales y pos-electorales
LAS RELACIONES INTERNACIONALES FUTURAS
En el dominio de las relaciones internacionales, es aún prematuro avanzar un esbozo de probabilidad, de lo que será el tinte y la norma. Estos aspectos están todavía ocupados a afinarse y pulirse en los talleres Sarkosianos o Sarkosistas. Hay, sin embargo, ciertos indicios claves que en cuestiones puntuales, ya se conocen los límites y las limitaciones de su proyecto internacional.
Asi, por ejemplo, las relaciones con la Alemania de Ángela Merkel serán privilegiadas. La elección de Sarkozy, cae como pan bendito para impulsar ciertas reformas económicas e industriales audaces, que desde hace mucho tiempo espera el patronato alemán. Hecho que determinará el carácter que ambos acordarán a la construcción europea; gran rompecabezas, imposible de lidiarse durante la presidencia alemana de seis meses, por la diversidad de formulas resurreccionistas que se avanzan, por el inusitado puje de los nuevos adherentes que reclaman nuevos parámetros de representación porcentual, en la estructura de la Unión y en general, por el estancamiento político administrativo que ha paralizado a la Unión, desde que Francia y Holanda se opusieran, justamente, por medio de un referéndum negativo, a la continuidad de su edificación, con el simbólico aborto del proyecto de Constitución Europea, redactado por Valery Giscard d’Etaing, entre otros.
La alternativa del nuevo presidente, si mantiene sus declaraciones preelectorales, sobre la manera de salir del grave atollo, propone un “Tratado Simplificado” que no es particularmente contrario al gusto de la Canciller, porque al menos no tiene las complicaciones espinosas de un nuevo referéndum, como el que fue patrocinado por Ségolène Royal, y por Bayhrou, durante su campaña electoral.
Sea como fuere, nadie espera una reedición fulgurante de la dinámica histórica que caracterizó a la era de Miterrand y Helmund Kohl en la construcción europea. El dúo Chirac–Shroeder, fue más bien opaco. Los personajes actuales, no tienen la misma visión y sin duda, las condiciones y los intereses han cambiado. El sueño europeo no tendrá, con la nueva colegiatura franco alemana, los mismos perfiles de grandeza, ella perderá mucho en profundidad y bastante en aceleración de la integración institucional, sobre todo, en sus atributos económico-político-defensivos. Dicho de otro modo, adiós a Inglaterra de entrar en el club del Euro, Adiós al esquema de Ministros Europeos, en materia de Relaciones Internacionales, Energía y otros, adiós a las armas, con el sueño de una política de defensa común, con una Armada Militar de Europa… adiós…adiós…
Ángela Merkel se ha declarado convencida que con Nicolas Sarkozy, la amistad franco alemana se refuerza en el dominio de la paz durable, el bienestar y la democracia. Desde ayer lunes, lo llamó por teléfono para felicitarlo y ratificarle su voluntad de intensificar las relaciones bilaterales entre los dos paises. Ángela Merkel pertenece a la misma familia política de Sarkozy y la CDU no escatima sus elogios por la victoria del candidato de la derecha francesa, concluyendo que las relaciones, serán más que amistosas…
De hecho, su primer viaje al extranjero está destinado a Bruselas y Berlín, a donde sin duda pondrán el péndulo a la misma hora, sincronizando sus objetivos comunes y diseñando la nueva estrategia comunitaria que sacará ronchas a una izquierda continental, que ya muestra los signos de la inquietud, después de haber mostrado su decepción por la derrota de Ségolène Royal. En Berlín, por ejemplo, ciudad reputada de una tradición izquierdista, el 72 %, de la población, se mostró favorable a la candidata del Partido socialista francés. Conocidos los resultados de la elección, la desilusión fue muy grande…
Asi, el cotidiano berlines Tageszeitung, titulaba en francés, ayer lunes, ¡Mon Dieu! resumiendo la mezcla de interrogación e inquietud que ha provocado en la colectividad alemana, la victoria del nuevo Presidente de la República francesa. Los alemanes conocen muy bien a Nicolas Sarkozy y no olvidan su actitud intransigente y de exigencias inesperadas sobre los dossier, sanofi/aventis o Siemens/ Alston, cuando era Ministro de Economía y finanzas.
Muchos temen su exacerbado nacionalismo que, en el plano industrial, tuvieron la ocasión de constatar a diferencia de su canciller que juega más bien, el compromiso y el pacto, como lo testimonian sus buenos oficios, entre otros, en las controversias que enmarañaron la celebración del 50 aniversario de la Unión, cuando la discordancia de algunos nuevos paises miembros, depositaron sus exigencias en la preparación de la “Declaración de Berlín”
En materia de política internacional, en lo que concierne a Turquía, este no será tampoco para el nuevo presidente, un terreno susceptible de producir
frutos agradables que agranden la imagen de Francia. Al contrario, será un calvario de consecuencias inimaginables porque Sarkozy, candidato, no
desmentirá a Sarkozy, Presidente, que en materia de adhesión de la Turquía, anunció violentamente a este pais, que el espacio de la Unión Europea,
es un espacio técnicamente reservado a los europeos. En otras palabras, esta postura electoral categórica de negación histórico-geográfica, negó
también la candidatura de la Turquía y le hizo ganar la complacencia y sin duda, los votos indistintos, de los sectores y personalidades más reacias de
centro y centro derecha como Giscard d’Estaing, a la inclusión de los turcos en el esquema de la Unión. En este terreno, Sarkozy se alinea
perfectamente con la sensibilidad política de Aznar y de Rajoy en España, que en pequeño comité detestan a la Turquía, únicamente por razones de
culto religioso.
Ahora que estamos en España, las relaciones serán a mi modo de ver cordiales, con el Presidente Rodríguez Zapatero, con quien se entendió muy
bien en la colaboración policial contra ETA, pero habrán zonas de tensión cuando Sarkozy explicite su programa de “emigrantes escogidos” y cuya
aplicación perjudicará necesariamente a España, orientando el flujo de la emigración clandestina a ese pais. La derecha española, recibirá el apoyo
inesperado de un líder extranjero hermano, que es más pragmático y menos enredado en la crispación y la crisis artificial constante que los consume.
Dudo que la presencia internacional de Francia, en los grandes conflictos que agitan el planeta y tan sentimentalmente perseguida por todos los
candidatos a la elección presidencial, pueda concretarse positivamente en manos de Sarkozy. El esquema ideológico que lo sustenta, se orienta
claramente hacia la polarización antes que al consenso. Asi, desestabilizar, ya como candidato, a un pais musulmán de mas de 70 millones de
habitantes, en una coyuntura particular interna de ascenso temible de la espiral islamista, en desmedro de los escasos alcances logrados por un
Laicismo que comunica con una armada nacionalista, armada que comienza ha exasperarse y ha lanzar la amenaza de la intervención, eso, eso no
comporta una visión de estadista.
En Turquía, el anuncio de la victoria del candidato de la derecha francesa ha caído como un balde de agua fría. Más que eso, como ellos mismos dicen,
esta victoria es el clavo final que faltaba. Es el clavo que detenta Sarkozy para hundir y cerrar el sarcófago que contiene el cadáver de la aspiración y de
la ilusión de todo un pueblo, a pertenecer algún dia a la Unión Europea…
En cuando al anuncio de sus futuras relaciones con los Estados Unidos, anuncio grave y capital hecho el mismo dia de su elección, Sarkozy acuerda
y propone una simbiosis total con este pais, propuesta al parecer inesperada y desconcertante para los propios americanos, pero que vendrá a pique
para acompañarlos en la derrota que engullen lentamente en Irak, al menos que una nueva aventura bélica los tiente en otro lugar de la geografía
Musulmana, para cuya eventualidad ya pueden contar, como el mismo lo dijo, con un reservista cuyas calidades son precisamente la beligerancia, la
disciplina, el orden, la autoridad…y la provocación. Chirac hizo al menos respirar un poco al General De Gaulle, en medio de su sombría y mediocre
prestación presidencial, cuando se resolvió, decentemente, a no sucumbir ante las presiones de Rumsfeld que a la época, conminaba a Francia a
entrar en el suicida esquema de su guerra. Sarkozy estima también que su gobierno tendrá un brazo y una mano grande para el África subzahariana y
para los paises del Mediterráneo. Para América Latina, nada…Mejor…
¿Quién me enlaza?
