(Vira Gasot)
El Congreso de la República tartamudea de nuevo. Balbucea compulsivamente cuando la opinión pública solicita aclaraciones sobre su compartimiento errático. No sabe qué responder, no puede responder o simplemente y en dos palabras, el Congreso no responde…Se encierra bajo siete llaves, para ponerse de acuerdo en sus desacuerdos, convirtiendo al crisol público de la discusión y de las ideas, en una marmita de barro, donde hierven, secretamente, culebras sapos y lagartos, un menjunje que únicamente la agorera mamá Meche, conoce la receta, de la receta…
En efecto, el Congreso de la República no responde. No está capacitado para responder a las expectativas y a las ilusiones cívicas de todos cuantos acudieron a las urnas para ungirlos como sus representantes, cuando les acordó su preferencia, en cada circunscripción electoral, para que se dedicaran a discutir y producir leyes de calidad…
En lugar de parlamentar, al menos con instrucción a falta de erudición, lo que han producido son escándalos bochornosos y atentados kamikazes contra su honor y su majestad, al punto de haber logrado sustituir la solemnidad pomposa de la convención, “padres de la patria”, por otra más realista y mas adaptada a la psicología mafiosa, que cada dia los revela y los devela, transformándolos en “Padrinos de la Patria”, Título perfectivus, que se complementa con otras mini manifestaciones elocuentes de un relajo parlamentario adornado con exabruptos de almirantazgos intocables, o con bolas y bolitas que corren solas o empujaditas por sus propias víctimas, homos o lesbianas. Crónicas, crónicas… de un simulacro de Congreso…
Todas estas artimañas y destapes, que van desde la contratación de asesores domésticos con cama adentro y el “sebo padrino” para toda la familia propia y postiza, que sale del erario nacional, tienen, sin embargo, una insidiosa coherencia, que si no fuéramos, tan mal pensados como efecto lo somos, en la observación casi cincuentenaria de las tácticas opacas de las políticas guerreras del Apra, no nos atreveríamos a insinuarlo claramente: Hay un operativo teleguiado. Hay un misil antipatriota que apunta en la dirección del congreso, con calculados efectos colaterales contra la prensa.
El impacto de este misil tendrá la virtud de descuajeringar este antro desprestigiado y desprestigiador del país, de acabar de una vez por todas con la inefable oposición ni constructiva ni destructiva, pero destructora, por su carácter enucoide o hermafrodita, ni chicha ni limonada…Solo un lapsus histórico de mediocridad, ni siquiera leguleya, con lo que estaríamos de acuerdo si no fuese porque el arrebato del operativo, es antidemocrático y además aprista…
Este misil también tendría la virtud de acabar con todos los cacacenos que editorializan en subasta pública, sobre los parabienes de la bicameralidad, exaltando su “mérito” de concentrar gente inteligente que dá “nivel y altura” a la discusión parlamentaria, como si el problema fuera la horma y no el zapato,
¿Quién me enlaza?