publizida.es

miércoles, 23 de mayo de 2007

TINTÍN: SU PAPA CUMPLE 100 AÑOS HOY

(Vira Gasot)


Hablar de Tintín, me retrotrae, inevitablemente, a la bella época de la incipiente televisión nacional de fines de los cincuenta, a donde conjugábamos nuestra imaginación infantil con las fabulosas historias y leyendas, contadas por el señor Rivarola de Radio América y la lectura apasionada de los “chistes”, como se llamaban a la época las historietas de dibujos e ilustraciones.

Esas lecturas eximias que se empotraban a la perfección con nuestras divagaciones lúdicas, fantásticas y fantasmagóricas, son hoy, en la filosofía del retorno de césar Miró, una obligación patética a volver, simbólicamente, al rincón donde nacieron nuestras primeras lecturas fanatizadas, aromadas con los efluvios agradables que provocan la evocación de la distancia y la nostalgia… de haber sido niño, un dia, hace ya tanto tiempo…

Hace cien años hoy día, nació en Bélgica el Papá de Tintín, en Etterbeek, justo desde donde les escribo hoy. Una Comuna que en el lapso de los últimos 20 años ha sufrido transformaciones urbanas ciclópeas. Es, en este barrio, donde se levantan las principales construcciones que abrigan a numerosas instituciones de la Unión Europea, al costado del Parque del Centenario, donde se propagan varios museos importantes y donde los restauradores, obligan a sus empleados a conocer, como mínimo, una media docena de lenguas extranjeras…

Una proeza en un pequeño país cuyas complicaciones lingüísticas incluyen, para comenzar, las tres lenguas maternas: El francés, el Flamón o Neerlandés y el Alemán, obviando el Brusellois, otra “lengua de madre”, la lengua de todas las madres nativas de la capital federal, una lengua de mezcolanzas terroríficas e inabordables…

El papá de Tintín, Hergé” en iniciales de su nombre, se llama en realidad, Georges Remi. Su padre, Alexis, tuvo un hermano gemelo que se llamó León y ambos estarán presentes en sus historias, encarnando la pareja de personajes famosos, los Dupond-Dupont.

Hacia 1928, Hergé (errege, en español), comienza a dibujar las aventuras de “Flup, Némesse, Poussette y Cochonet”, en el periódico católico ultra conservador, El Siglo XXI. Al año siguiente, el 10 de abril de 1929, Hergé crea Tintín, el pequeño reportero curioso que el director del periódico, el párroco Wallez, le ordenará transformarlo en “enviado especial” en el país de los Soviets y luego en el Congo, colonia fértil a donde los belgas concilian paternalismo y racismo brutal, con la explotación de sus riquezas mineras, como el uranio, por ejemplo, que vendieron a los americanos para construir la bomba atómica que se soltó en Hiroshima.

Desde ese dia, las aventuras de Tintín recorrerán el mundo, dando lugar al entusiasmo inesperado de niños y adultos por esos “chistes” presentados de una manera diferente y agradable, que se incrustan placidamente en la estructura social particular y afín a cada país, convirtiendo a su autor, en uno de los dibujantes más famosos del mundo; creador también, de un imperio económico fabuloso con centenas de objetos culto, cuya venta, a la hora actual, únicamente de las ediciones impresas, alcanza los 250 millones de ejemplares…Sin embargo, vientos de fronda anuncian una baja sensible en materia de ventas, a causa de la desición del autor de no conceder licencias para continuar el desarrollo de sus historias sin él…

Hergé, ha propiciado la aparición de decenas de Tintinologos célebres que aún continúan a escudriñar y analizar como desde hace 30 años, su obra impresa, obra que alcanza ribetes universales y que examinan también al propio autor, cuya existencia se nutre de periodos sombríos y dolorosos, como su presunta colaboración con la Alemania Nazi durante la ocupación en Bélgica. Polémica que se revitaliza cada cierto tiempo, generalmente con la aparición de una nueva biografía sobre el autor, la misma que aporta episodios frescos e inéditos como su leucemia fulminante, que lo obligaba a efectúa transfusiones de sangre constantes, historia que la hemos conocido ayer pero, extrañamente, su obra queda intacta, continuando a propulsar la leyenda por los cuatro costados del mundo…

Steven Spielberg y el Neo-Zelandés Peter Jackson, acaban de anunciar su proyecto común de adaptar al cine, varias de sus aventuras, entre las que se supone incluirán al Perú, en la célebre visita que Tintín realizó al país de los Incas. Tom Hanks y Rupert Grint, figuran como sólidos candidatos para animar a los personajes principales.

La fama y el prestigio de Tintín han pulverizado las fronteras de su pequeño pais, para instalarse sin complejos en regiones inimaginables, como la China, por ejemplo, que desde hace cinco años se ha convertido en la nueva cultora de traducciones fieles o como los antiguos paises del Este que reclaman con insistencia, versiones lingüísticas adaptadas a las nuevas realidades geográficas. Hay, a la hora actual, 77 lenguas que se ocupan de Tintín…

Esta fama, ha hecho construir museos y centros especiales que abarrotan un sin fin de objetos de colección y libros que superan la centena de títulos, títulos algunos disparatados que van desde el análisis freudiano del autor y de sus personajes, hasta la simetría devastadora del método heidegger o de Jacques Lacan, con sus prescripciones estructuralistas, llevadas a la lingüística y a la filosofía.

Existen también, numerosos comentarios que insisten sobre una supuesta homosexualidad del autor por la casi inexistencia de personajes femeninos en sus álbums; los más condescendientes, lo acusan de misógino y decortican su infancia, ciertamente dolorosa, a causa de su madre con sus crisis fulgurantes de locura, tema que está presente en la estructura de sus diálogos, de una manera repetitiva e intentan explicar, también, su discutible colaboración con los ocupantes que incautaron el diario Le soir, para convertirlo en órgano al servicio de la ideología y la propaganda nazi, durante la Segunda Guerra Mundial. Hege, continuó a trabajar con ellos, en el periódico robado, en la absurda convicción sobre la neutralidad de sus dibujos…

Otros museos itinerantes rinden homenaje a la obra de Hergé, como en el Museo de la Civilización de Québec, con la “Expo Au Perou avec Tintín” o como el famoso y exclusivo Centro Pompidou, en París, que viene de finalizar. Pero será en Bélgica, a donde se acaba de colocar la primera piedra, el país que ofrecerá al mundo, un museo enteramente dedicado al genio de Hergé, en la ciudad de Lovaina. Su Museo exclusivo, se diseña sobre la representación de una hoja de papel en blanco, con sus ventanas que evocarán las casillas de las bandas dibujadas y a donde se accederá, con un ascensor en forma de cohete lunar, para explorar el universo exclusivo del dibujante belga…

Del lado de las acusaciones políticas, los dardos certeros sobre su racismo latente en su álbum sobre el Congo, no carecen de argumentación, aunque sus finos conocedores como Benoît Peeters, el tintinologo y Hegeografo más ilustre de todos, les acuerde el rango de simplistas o como cuando recusa los parangones con Céline o Brasillach, en el antisemitismo manifestó en “L’ Etoile Mystérieuse”.llamándolos disparatados…

De nuestro lado, diremos modestamente y sinceramente, que la mayoría de sus álbums salvo los dos últimos, incomprensiblemente mediocres, siempre nos han exigido un tiempecito para volver a releer, a pesar de su candidez, a pesar de nuestras certitudes fraguadas en la observación y que efectivamente, Tintín nos devuelven de ciertos pueblos no occidentales que visita, una imagen de servilismo, una mentalidad que confunde la simplicidad (no simplona) y la gentileza de los nativos, con una caricatura que bordea la estupidez, o cuando sus personajes
asnados que llegan a la maldad y a la ingratitud, requieren de la mano dura del “blanco” que les ha traído la “civilización” y que por lo tanto, merecen un correctivo aleccionador…


Peru Blogs