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lunes, 3 de marzo de 2008

URIBE MIENTE URIBE



(Vira Gasot)

Mientras
que las FARC, ponían en libertad a los ex congresistas Gloria Polanco de Lozada, Orlando Beltrán Cuéllar, Luís Eladio Pérez y Jorge Géchem, entregándolos en manos de la Cruz Roja en el selvático departamento de Guaviare, el Presidente Uribe entregó, cobardemente y, en manos de la muerte, a 20 guerrilleros colombianos refugiados en territorio ecuatoriano, autorizando el asesinato por la espalda y cuando dormían en territorio extranjero.

Este gravísimo hecho, altera sensiblemente la naturaleza del enfrentamiento ideológico, para dar paso al enfrentamiento militar que manifiesta sus peligrosos atisbos, en la provocación deliberada de Uribe, cuyos ímpetus guerreristas se complementan y se sustentan peligrosamente con los planes belicistas de su aliado y mentor, el Presidente americano, Geoge Bush.

Frente al irreprimible avance democrático de las fuerzas que se orientan paciente y pacíficamente hacia el socialismo, la desesperación comienza a cundir en el campo de los que pierden posiciones y buscan acudir al recurso repudiable del crimen y de la masacre, nadie caerá en la trampa de la provocación, porque todo el continente podría incendiarse con las consecuencias más inimaginables para la paz, que nos es fundamental.

Transcripción del discurso del presidente Rafael Correa

Compatriotas y Comunidad internacional:
El territorio ecuatoriano ha sido bombardeado y ultrajado intencionalmente por parte de un gobierno extranjero. Esta situación es extremadamente grave e intolerable.En la madrugada del sábado, nuestro País sufrió una inaceptable agresión de parte de las Fuerzas Militares colombianas a pretexto de atacar a grupos de las FARC que pernoctaban a tres kilómetros de la frontera colombiana, en territorio ecuatoriano. Luego de la visita por parte de nuestras Fuerzas Armadas y autoridades políticas del Gobierno a la zona del ataque, irrefutablemente se confirma que el Ecuador sufrió un planificado ataque aéreo y una posterior incursión de tropas colombianas, con plena conciencia de que estaban violando nuestra soberanía. El ataque aéreo y terrestre deja 20 miembros de las FARC fallecidos en nuestro territorio, casi todos en ropa de dormir, lo que descarta cualquier versión en el sentido de que fue una persecución “en caliente” y en legítima defensa, contrariando la versión oficial colombiana. Fue una masacre. Los aviones colombianos ingresaron al menos 10 Km. en nuestro territorio para realizar el ataque desde el sur. Luego llegaron tropas transportadas en helicópteros que culminaron la matanza. Incluso se hallaron cadáveres con tiros en la espalda.Todo esto demuestra que el Ministerio de Defensa Colombiano, la Cancillería de dicho país y el propio Presidente Uribe, más aún cuando me informó del hecho vía telefónica, le están mintiendo al Ecuador y al mundo. Lo que ocurrió, repito, fue claramente una acción deliberada dentro de nuestro territorio, la cual atenta contra nuestra soberanía, los acuerdos bilaterales con Colombia y el Derecho Internacional, pero sobretodo, contra el respeto y la confianza que deben existir entre países vecinos y hermanos. No podemos confiar en un gobierno que traiciona la confianza de un pueblo hermano.El Ecuador conoce la gravedad del conflicto interno colombiano. Hemos manifestado permanentemente nuestra condena a las acciones y métodos de las FARC. Hemos demostrado nuestra voluntad de aportar a la solución del conflicto armado de Colombia, a fin de alcanzar la tan ansiada paz; y en el momento actual, incluso por motivos humanitarios, llegar a la pronta liberación de los rehenes. Sin embargo, no aceptaremos que a pretexto del combate a lo que ellos llaman terrorismo, se implanten, repetimos, doctrinas y prácticas inaceptables de irrespeto a la soberanía de los Estados. No hay justificación alguna para una acción militar foránea en nuestro territorio, independientemente del motivo que fuere ¿Acaso el hermano pueblo de Colombia aceptaría una acción similar de nuestra parte?. ¿Permitirían que nuestras fuerzas armadas bombardeen territorio colombiano y luego ingresen a capturar a algún grupo irregular ecuatoriano? Estamos seguros que no. Colombia es un pueblo soberano, al igual que lo somos nosotros! El derecho internacional exigía que nos informasen y que sea la fuerza pública ecuatoriana la que realice la captura, como ya ha ocurrido en múltiples ocasiones, siempre con respeto absoluto a los derechos humanos. Esta es la más grave, artera y verificada agresión que el Gobierno del Presidente Uribe ha ocasionado al Ecuador. No permitiremos que este hecho quede en la impunidad. Llamamos a la solidaridad de la comunidad internacional y, particularmente, regional. En el transcurso de este día he conversado con los Presidentes de Argentina, Bolivia, Chile, Costa Rica, Cuba, El Salvador, España, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela y con los Secretarios Generales de la OEA y de la CAN para compartir con ellos la gravedad de la situación. Adicionalmente, he planteado la elaboración conjunta de una propuesta dirigida a detener este tipo de conductas e impedir la internacionalización del conflicto colombiano.Quiero informar al pueblo ecuatoriano que he dispuesto retirar al Embajador del Ecuador en Bogotá, quien ya se encuentra en el País. Adicionalmente, he ordenado la movilización de tropas a la frontera norte, y he convocado de urgencia, el día de mañana, a reunión del Consejo de Seguridad Nacional. Ante la gravedad de los hechos y una vez que la respuesta colombiana a nuestra enérgica protesta es una nueva burla a la verdad y al pueblo ecuatoriano, he decidido la “expulsión” del señor Embajador de Colombia en Ecuador. También, he solicitado la inmediata convocatoria a la OEA y a la CAN. Hemos solicitado también por medio de Gobiernos amigos la convocatoria al MERCOSUR.En esta ocasión, no será suficiente una disculpa diplomática del Gobierno de Bogotá. Exigimos compromisos firmes y formales ante la comunidad internacional que garanticen que no se repetirán estos inaceptables hechos que se suman a la serie de atropellos sufridos por el Ecuador como consecuencia de la violencia imperante en Colombia. Como Presidente de la República del Ecuador ratifico la vocación de paz y el respeto por parte de nuestro País a los principios del derecho internacional, pero al mismo tiempo, ratifico la inquebrantable voluntad de mi gobierno y de todo el pueblo ecuatoriano de llegar hasta las últimas consecuencias para hacer respetar la soberanía del país.