publizida.es

miércoles, 27 de junio de 2007

QUIEN ES GORDÓN BROWN

(Vira Gasot)

“Sabemos muchas cosas de Gordon Brown, nuestro Ministro de Finanzas, pero no sabemos a qué se parecerá la Inglaterra de Gordon Brown”

Esta interrogación que publica el hebdomadario dominical The Observer, el pasado 24 de junio, nos sirve de referencia para analizar la transición Blair,
Brown, que en Inglaterra ha tenido lugar hoy, 27 de junio y que suscita una gran curiosidad frente a un nuevo Primer Ministro que, durante diez años, fue Ministro de Finanzas de su rival y enemigo acérrimo en no pocos grandes temas de su gobierno, como la maculosa postura de Inglaterra, a favor de la guerra de Irak. En Irak, aun estacionan en la provincia meridional de Bazora 7,100 soldados británicos, de los cuales se censan 153 muertos.

Después de trece años a la cabeza del Partido Laborista Británico y después de diez años al frente del gobierno, Tony Blair ha cedido su puesto de Primer Ministro al que fuera su compinche ya en 1983, cuando ambos dirigentes hacían sus primeros pininos en política y compartían una estrecha oficina del Parlamento Inglés.

Años más tarde, pactarán compartir alternativamente el puesto de Primer Ministro, Blair en 1994 y Brown en 1997. Pacto que abortará y hará considerarse un poco más que traicionado, a un Gordon Brown, que no ostenta muchas simpatías en el Reino Unido, por carecer de lo que parece ser indispensable en todas las sociedades modernas, el carisma.

Un diputado de renombre decía hace poco que cuando se entretiene con Brown, sale desconcertado por su seriedad, su ausencia de humor y esfuma rápido con la necesidad urgente de hundirse en los libros de teoría económica, mientras que, cuando se entretiene con Blair, su anchurosa sonrisa y su afabilidad extrema, le dan la sensación que el pondrá en aplicación directa los concejos que viene de ofrecerle.

Esta disimilitud de caracteres, llegan a suscitar comparaciones en las que Blair aparece siempre con la etiqueta angelical de un abogado bien educado; instruido en los mejores centros del reino, fino, elegante y cultor de un epicureismo delicado que va al encuentro de su Ministro de finanzas más bien agrio y hosco, sin acceso a la palabra fácil y mucho menos a las bromas, bromas a las que la clase política inglesa tanto afecciona y de quien dicen que cuando habla de números, se parece al detalle pormenorizado de la producción de tractores, que la radio trasmitía, en la ex-Unión Soviética.

De todas las lecturas efectuadas sobre Brown y recientemente, la forzosa biografía recapitulativa, podemos decir que este personaje enigmático que tanto desconcierta a los propios ingleses, es un hombre simple y de principios bien afincados. Hijo de un pastor escocés, socialista, su educación se desarrolla en la pequeña localidad escocesa de Kirkaldi, en contacto directo con los problemas obreros de las minas, Brown, será marcado por los licenciamientos en masa de la industria textil y minera de 1963 y manifestará su repulsión por la alta taza del paro en esa región, llegando a adherir al Partido Laborista, en contra de sus más caras ambiciones, el Rugby, deporte que le costo un ojo en un enfrentamiento deportivo

Los principios esenciales que han guiado la acción de Gordon Brown, desde 1997, se resumen a la afirmación que el Estado no puede concertar préstamos financieros, salvo para financiar la inversión pública, el saldo presupuestario debe ser equilibrado sobre el conjunto de un ciclo económico y la deuda pública debe ser mantenida al rededor del 40 % del PIB. Esta praxis, no fija un tope a los déficit presupuestarios, lo que le permite manejar la economía con una relativa comodidad, en periodos de compresión, evitando su militancia monetaria puesto que no está sometida al pacto de estabilidad en vigor, que la UE aplica a la zona euro, zona a la que los ingleses no pertenecen.

Esta filosofía económica, ha permitido que Inglaterra conozca, gracias a su política ultra rigurosa, el más fuerte periodo de crecimiento entre 1997 y 2000, para luego impulsar su programa de movilización a gran escala, en el plano de las inversiones del gasto público que han dado como resultado en 10 años, la creación de más de 300 mil empleos, únicamente en el sector de la salud, llegando a 800 mil en toda la administración pública. Los gastos en la educación se han doblado desde 1997 y de aquí, hasta el 2015, toda la infraestructura escolar habrá sido reconstruida o renovada. Gordon Brown, que en los primeros meses de actuación al frente del Ministerio de Finanzas, preocupó a los medios conservadores, acordando la independencia al Banco de Inglaterra, hace unanimidad en el reconocimiento que los ingleses no han visto mayores inversiones públicas en el pais, después de la segunda guerra mundial. Los presagios actuales de los conservadores, no parecen tener buenas intenciones con el nuevo Primer Ministro, a quien, seguramente, conducirán su oposición para hacer disminuir la carga impositiva que se eleva al 32 %, entre los impuestos directos e indirectos de las empresas del reino.