(Vira Gasot)
Bella como la rutilante puesta del sol que se entreabre de luz desde el fondo del universo.
Dos veces bella, diez veces bella y más aun serena y contumaz contra el letargo de la justicia.
Contra la somnolencia de la injusticia, aquella que subyace fértil y usurpadora entre los tendones.
Bella como la dimensión interminable de la ternura, aquella que enlaza solidaridades… jalonada de afectos…sin ser blandos.
Bella como la sedición y la asonada, como la insurrección rebelde, como el motín y la algarada, como la revuelta y el tumulto.
Bella en el combate, amedrentadora de la pólvora, cuando no sirvió a tus sueños libertarios.
Bella de Santiago, hasta siempre.