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viernes, 29 de junio de 2007

BANCO MUNDIAL: UN NUEVO ESCÁNDALO, DEL CÓLERA A LA PESTE

(Vira gasot)

Un sólo candidato para suceder a Paul Wolfwitz, sancionado por su nepotismo en la gestión del Banco Mundial. Un solo candidato, que antes de haberse cerrado el plazo legal para la recepción de otras candidaturas, y, sin ser aún oficialmente investido en el ejercicio de sus funciones de Presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, otro temible “neocon” del Presidente Bush, ha sido recibido con extrema cordialidad por los dirigentes europeos, como un auténtico hombre providencial, para intentar resucitar la pálida imagen del Banco Mundial, no sólo aquejado de bemoles graves
de funcionamiento, sino también de estructura organizativa, aspectos estos, difícilmente identificados por el gran público.

Zoellick, forma parte de la temible guardia pretoriana que protege y guía ideológicamente al Presídete Bush, siendo considerado como un ambicioso neoconservador, hoy, afectuosamente denominado “Vulcano” (divinidad del fuego y del metal) por Condolezza Rice y cuyos apetitos guerreristas lo llevaron a firmar, públicamente en 1998, una carta vergonzosa de invitación para invadir Irak y liquidar a Saddam Hussein. Intimo entre otros, de Richard Armitage, Richad Perle, Sthepen Hadley, Dov Zakheim, Robert Blackwill y el propio Paul Wolfwitz, configuran la flor y nata del conservadorismo más obtuso, cuyos trágicos resultados en el mundo se ilustran ampliamente en la debacle de los Estado Unidos en Oriente Próximo y Oriente Medio.

Pero, no son únicamente sus referencias de pensamiento ideológico las que motivan serios cuestionamientos de orden moral para invalidar su nominación, son también, los aspectos de preparación y disposición profesional que en su caso, no son totalmente aptos ni adeptos a la causa del desarrollo económico, que el Banco Mundial sugiere en su Declaración de Principios y que en principio, debe estar ligada al combate contra la pobreza en el mundo.

Zoellick, es ajeno al pensamiento multilateralista, concepto que en el campo de la relaciones internacionales, argumenta la necesidad de consolidar las relaciones inter estatales a partir de una intensa cooperación. Zoellick, es más bien un rudo defensor e impulsor del bilateralismo, aquel que beneficia exclusivamente a su pais y que se ilustra, entre otras, en sus astuciosas negociaciones, por ejemplo, cuando se convierte en representante de comercio del gobierno norteamericano y se encarga de negociar la adhesión de la China y Taiwán a la Organización Mundial de Comercio (OMC); cuando en Doha, Qatar, defiende a puño cerrado los intereses económicos de Estados Unidos.

A esa época, frente a las intensas discusiones tendientes a obtener el otorgamiento de brebetes al Brasil y a la india, para fabricar y comercializar medicamentos genéricos, su respuesta firme y cerrada, al mismo tiempo que insultante y altanera, fue la siguiente: “Los Estados Unidos no pueden aceptar un acuerdo por una vaga cuestión de salud pública…”

Zoellick, ha sido también el promotor de los acuerdos de libre cambio con Centro América, los mismos que abren el mercado de 6 paises de esa zona a los productos agrícolas norteamericanas, en una ventajosa relación, que beneficia a su pais.

El Banco Mundial ha dejado pasar una interesante ocasión para poder reformarse y liberarse de sus trágicos errores entre los que destacan, la financiación de proyectos que provocaron considerables daños medioambientales, como la represa de Sardar Sarobar en India, responsable del desplazamiento de un cuarto de millón de personas, hacia zonas desprovistas de servicios elementales, como, agua luz, etc.

El proyecto de Polo noreste en el Brasil, que provocó una gigantesca deforestación comparable a la superficie de Inglaterra. La represa Pak Mun, en Tailandia, que afectó gravemente la vida de miles de personas dedicadas a la pesca, en la cuenca del rió en Tailandia, Laos Camboya y Viet Nam. El drama que provocó el proyecto de las doce minas de carbón a cielo abierto en Singrauli, India, contaminando la fauna ictiocola y las cosechas.

A todas estas anormalidades, hay que agregar la sospechosa tendencia del Banco a favorecer a los paises súper industrializados, en la exportación de sus residuos industriales tóxicos, hacia paises en desarrollo, asi como al asentamiento de industrias de alto contenido contaminante, en paises del tercer mundo. Los grandes proyectos industriales en los que participa, a menudo hace abstracción de los pequeños agricultores, que son las víctimas en la pérdida de sus cosechas de subsistencia en beneficio de cultivos industriales, en aéreas desaconsejadas.

Parece ser cierto que el dinero y más aún las altas finanzas y las inversiones no tienen olor. Pero siempre resultará inmoral e incomprensible que el Banco Mundial no se dote de una carta ética, que obre consecuentemente con sus principios y suprima sus aportaciones a regimenes que están en abierta oposición con los derechos humanos y que dictaduras como las de Uruguay Chile y Argentina, durante los años 70, hayan podido beneficiarse y desviarlas hacia fines que confluyeron en la financiación de sanguinarios grupos terroristas de represión.

Europa, tiene en todo esto mucho que ver. Su irresolución para propugnar una modificación del sistema de elección presidencial del Banco Mundial, es incomprensible. Cuál es la razón por la cual, según parece, existe un acuerdo no escrito de dividir las responsabilidades en la dirección del FMI y del Banco Mundial, sobre todo el derecho de veto que acuerda unilateralmente a los americanos. Los europeos son los grandes perdedores, porque la ocasión de cuestionar las política globales actuales del Banco, han sido remitidas “a más tarde”. Un “más tarde” de renovadas contradicciones que no tardarán en reaparecer.